Un derrame cerebral o un ataque cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro, lo cual daña o destruye a las células cerebrales.
El derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV) o ictus, es una condición médica grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. Esta emergencia médica puede tener consecuencias devastadoras, pero comprender sus causas, síntomas y opciones de tratamiento es esencial para prevenir y abordar este problema de salud.
Existen dos tipos de derrame cerebral:
- Derrame cerebral isquémico: Un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo que es vital para el cerebro. La acumulación de colesterol en los vasos sanguíneos de la cabeza y del cuello y coágulos de sangre en el corazón.
- Derrame cerebral hemorrágico: Ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe y permite que haya una hemorragia.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo relacionado con el derrame cerebral es la presión arterial alta (hipertensión), la cual puede no generar síntomas, por lo que se recomienda medir la presión con regularidad y llevar un control. Asimismo, corren riesgo las personas que:
- Fuman o usan vaporizadores que tengan nicotina.
- Ya han tenido un derrame cerebral.
- Beban alcohol en exceso.
- Consuman drogas como la cocaína o heroína.
- Tienen diabetes.
- Tienen sobrepeso u obesidad.
- No realizan actividad física.
- Tienen colesterol alto.
- Tienen ciertas afecciones del corazón, como la enfermedad de las arterias coronarias o problemas con una válvula del corazón.
Signos y síntomas
Los síntomas más comunes incluyen:
- Mareos.
- Pérdida del equilibrio o dificultad para caminar.
- Dificultad repentina para ver con uno o ambos ojos.
- Entumecimiento de cara, brazos o piernas.
- Confusión o dificultad de comprensión.
- Dificultad para hablar.
- Convulsiones.
- Dolor de cabeza severo sin motivo aparente.
Diagnóstico
El médico realizará un examen físico para verificar si hay problemas de visión, movimiento, sensibilidad, reflejos, compresión, del habla o de la presión arterial. De igual forma le preguntará al paciente acerca de sus síntomas, estilo de vida y antecedentes médicos.
Algunas pruebas que el médico puede realizar son:
- Tomografía computarizada (TC): Un estudio médico de imagen que emplea sistemas sofisticados para obtener diagnósticos precisos.
- Resonancia magnética (RM): Un método de imagen de alta resolución, el cual permite obtener invaluable información y ayuda para el diagnóstico de diversos padecimientos.
- Angiografía cerebral: Una prueba de rayos X que utiliza un tinte especial y un fluoroscopio para visualizar las arterias del cerebro y del cuello.
Tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad y del tipo de derrame cerebral. El objetivo es restaurar el flujo sanguíneo y reducir la presión del cerebro. Entre las diferentes opciones de tratamiento están:
- Medicamentos vía intravenosa.
- Procedimientos endovasculares de emergencia.
- Medicamentos que son administrados directamente al cerebro.
- Extracción del coágulo sanguíneo.
- Angioplastia: Un procedimiento que permite restaurar el flujo sanguíneo en arterias estrechas o bloqueadas.
- Medicamentos para reducir la presión en el cerebro.
- El médico puede realizar una cirugía para extraer la sangre y aliviar la presión en el cerebro.
Ataque isquémico transitorio
Un ataque isquémico transitorio (AIT) es un mini derrame cerebral y ocurre cuando el flujo de sangre se detiene por un breve periodo de tiempo. Lo síntomas son similares a los de un accidente cerebrovascular
- Entumecimiento o debilidad muscular.
- Dificultad para hablar.
- Mareos o pérdida del equilibrio.
- Problemas de visión en uno o dos ojos.
Los síntomas suelen durar unos minutos, pero pueden persistir hasta 24 horas, por lo que es importante recibir atención médica.
Prevención
Existen medidas para disminuir el riesgo de padecer un derrame cerebral, como por ejemplo:
- Verificar que tu presión arterial esté dentro de los niveles normales.
- Dejar de fumar.
- Mantener el colesterol y glucosa dentro de los valores normales.
- Mantener un peso saludable.
- Realizar actividad física.
- Llevar una dieta balanceada.