Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad entre la población, debido a las modificaciones en los estilos de vida, la hipertensión arterial, la obesidad, el tabaquismo, el estrés y, sobre todo, el sedentarismo.
No obstante, la población general desconoce que estos padecimientos se pueden evitar, así como otras enfermedades crónicas como la diabetes, simplemente modificando sus propios factores de riesgo. Cabe recordar que se consideran enfermedades cardiovasculares a la hipertensión arterial, los infartos, la angina de pecho y la aterosclerosis coronaria.
Desde hace tiempo se ha considerado que el deporte ayuda a perder peso, reduce la presión arterial, incrementa los niveles de colesterol bueno en la sangre, disminuye los triglicéridos en el plasma, aumenta la fuerza física y la autoestima, entre otros beneficios.
Asimismo, el ejercicio, la dieta baja en grasas y alejarse del tabaco puede reducir hasta un 80 % el riesgo de un ataque al corazón. Sin embargo, la realidad apunta hacia el lado contrario: más del 60 % de la población adulta de todo el mundo no realiza suficiente actividad física como para que su salud se pueda beneficiar.
Síntomas de una enfermedad cardiovascular
Aunque este tipo de enfermedades no suelen presentar síntomas, existen algunas señales que nos pueden alertar sobre ellas, como:
- Dolor torácico
- Insuficiencia respiratoria
- Edema en pies y tobillos
- Palpitaciones (taquicardia)
- Fiebre
- Debilidad
- Fatiga
- Pérdida de apetito
- Malestar general
Para su diagnóstico, en primer lugar, el médico debe realizar un examen físico para valorar el estado de salud del paciente. Posteriormente se realizan otras pruebas y procedimientos que ayudan a emitir un diagnóstico oportuno.
¡A moverse!
En términos generales, se recomienda al menos de 20 a 30 minutos de actividad física diaria como caminar, trotar, nadar, bailar, entre otros, para obtener beneficios en la salud.
El ejercicio físico regular es el primer pilar para mejorar la salud desde todos los puntos de vista. Esto fortalece el corazón al hacerlo latir más fuerte, sus músculos aumentan la capacidad de usar oxígeno, y se libera más oxígeno en ellos, por lo que el ejercicio hace al corazón más eficaz.
El principal propósito del ejercicio es la adaptación física, lo que significa que el corazón y los pulmones funcionen eficientemente, se obtenga fuerza muscular, flexibilidad, agilidad y reserva de energía.
Las personas que hacen deporte con frecuencia, abandonan el tabaco, pierden peso, comen de una forma más sana, mejoran su tensión arterial y hacen que su corazón trabaje mejor. Además, el deportista pesa menos y su cintura se reduce (se recomienda que la cintura en los hombres mida menos de 90 cm y en mujeres menos de 80 cm para aminorar el riesgo de una enfermedad cardiovascular).
Levantar pesas ayuda a cuidar al corazón
Antes se tenía la creencia de que realizar ejercicio con pesas era perjudicial para el sistema cardiovascular. Sin embargo, se ha demostrado que estos ejercicios de fuerza no solo ayudan a fortalecer los músculos, sino también pueden reducir el riesgo de sufrir un infarto o de padecer alguna enfermedad del corazón; además de que ayuda a reducir el colesterol en sangre. Es importante combinarlo con ejercicios aeróbicos y una dieta saludable.
En conclusión, está demostrado que la actividad física regular tiene numerosos efectos positivos para la salud, proporciona una mejora del rendimiento físico e intelectual y conlleva a una sensación de bienestar.