En su etapa inicial sus síntomas pueden pasar inadvertidos.
Las células del hígado deben renovarse continuamente de manera ordenada. Sin embargo, en ocasiones ese orden se altera y las células se multiplican de forma acelerada dando origen a un tumor. Cuando se identifica como maligno se denomina cáncer hepático, hematoma maligno o carcinoma hepatocelular.
El cáncer que tiene su origen en otro órgano y se propaga hasta el hígado se conoce como cáncer metastático de hígado. Frecuentemente se origina en órganos cercanos como pulmón, seno, colon, páncreas y estómago.
Causas
Como ocurre en la mayoría de los tumores malignos, las causas del cáncer de hígado primario se desconocen. Pero existen ciertos elementos que aumentan las probabilidades de padecer la enfermedad, tales como:
Síntomas
En la etapa inicial de la enfermedad los síntomas pueden pasar inadvertidos. Por eso es importante consultar al médico ante cualquier malestar o trastorno de la salud sospechoso, como:
Con menor frecuencia puede haber:
Diagnóstico
Con un análisis de sangre se pueden detectar bajas concentraciones de glucosa o, por el contrario, muy altas de calcio, lípidos o glóbulos rojos, niveles que son signos de alerta. También se pueden realizar algunos procedimientos que ayudan a confirmar el diagnóstico, tales como:
Tratamiento
Es indispensable conocer la extensión del tumor para aplicar el mejor tratamiento disponible. La extirpación quirúrgica, puede ser una opción, al igual que la criocirugía, la cual destruye el tumor mediante la congelación con una sonda metálica.
Otra de la posibles opciones, es eliminar la células cancerosas mediante la radioterapia y/o quimioterapia. Generalmente este tipo de procedimientos se combinan para obtener un mejor resultado.
A pesar de no conocer el factor detonante, se pueden tomar algunas medidas preventivas como: