Lo que debes saber sobre los analgésicos
Su automedicación o abuso puede traer consecuencias graves.
Los analgésicos son medicamentos que ayudan a calmar o aliviar el dolor producido por el daño en algún tejido, músculo o articulación del organismo, causado por golpes, infecciones que provocan inflamación o por enfermedades.
Existen dos tipos de analgésicos: los narcóticos (opiáceos) y los no narcóticos (no opiáceos):
- Narcóticos: Actúan directamente sobre el sistema nervioso central. Se aplican principalmente para tratar los casos de dolor crónico.
- No narcóticos: Bloquean la producción de las prostaglandinas, es decir, las sustancias que desencadenan el dolor. Además, tienen propiedades antiinflamatorias y antipiréticas (controlan la fiebre).
Efecto de los analgésicos no narcóticos
Son sustancias de acción rápida, es decir, calman el dolor de leve a moderado, en promedio, media hora después de tomarlos. El efecto puede durar de 6 a 24 horas. Además, permiten el tiempo suficiente para vigilar otros síntomas asociados al dolor y acudir al médico en caso de que persista el malestar.
Indicaciones
Cualquiera de estos medicamentos tienen efecto sobre el dolor, sin embargo, algunos son más efectivos que otros dependiendo el tipo de malestar. Algunos de los dolores más comunes y los analgésicos más usados son:
- Dolor de cabeza: Ácido acetilsalicílico, Paracetamol.
- Dolor de tejidos blandos: Ketoprofeno, Ibuprofeno, Diclofenaco, Ácido mefenámico.
- Dolor dental: Ácido mefenámico.
- Dolor articular: Celecoxib, Rofecoxib, Ácido acetil-salicílico Tenoxicam, Piroxicam, Diclofenaco.
- Dolor menstrual: Rofecoxib, Celecoxib, Ácido mefenámico, Piroxicam, Tenoxicam.
- Dolor muscular: Celecoxib, Rofecoxib, Codeína, Paracetamol, Diclofenaco, Ketoprofeno.
- Dolor abdominal: Dipironas.
Contraindicaciones
A pesar de que los analgésicos no narcóticos generalmente son seguros y se venden sin receta médica, siempre se debe acudir con el médico y administrar con precaución ante situaciones especiales, como:
- Tratamiento anticoagulante
- Reacciones alérgicas frente a medicamentos
- Embarazo
- Consumo frecuente de alcohol
- Infecciones virales
- Dolor abdominal
- Enfermedades del hígado
- Gota
- Enfermedades del riñón
- Gastritis o úlcera gástrica
Por otra parte, los analgésicos bloquean la producción de prostaglandinas que son importantes para proteger el estómago de la acción de los ácidos, así como para mantener la función adecuada del riñón, por lo que pueden provocar irritación en la mucosa del estómago, y con el uso prolongado o abuso puede ocasionar sangrado.
Recomendaciones
- Si el dolor es tolerable, permite que pase espontáneamente, no consumas medicamentos.
- Si el dolor impide realizar sus actividades normales, toma un analgésico en la dosis indicada y según el tipo de dolor.
- Si el dolor persiste o inclusive aumenta, aún después de una hora de haber ingerido el analgésico, consulta a tu médico inmediatamente.
- Si el dolor se localiza en el abdomen, se presenta repentinamente y es intenso, consulta a tu médico.
- Es importante ver la fecha de vencimiento del medicamento.
- Los analgésicos del botiquín deben ser de preferencia de vía oral, ya que la inyección muscular o intravenosa de sustancias como la dipirona es de uso exclusivo del personal médico.
- Si tomas otro tipo de medicamentos o sufres de alguna enfermedad, pueden existir contraindicaciones en el uso de ciertos analgésicos.
- Si padeces algún tipo de alergia, intoxicaciones o problemas crónicos, consulta con tu médico cuál es el analgésico adecuado.
Lo más importante es no automedicarse y ante cualquier duda, consultar al médico para recibir el tratamiento adecuado.
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