Las enfermedades respiratorias agudas ocupan el primer lugar como motivo de consulta al médico, y las graves pueden llegar a causar complicaciones serias.
Las enfermedades respiratorias pueden afectar diversas partes del aparato respiratorio, desde la nariz hasta los pulmones. Algunas son leves como la tos o el catarro y otras pueden ser peligrosas como la bronquitis y la pulmonía.
Las causas pueden ser múltiples; sin embargo, las más frecuentes son las infecciones, es decir, las causadas por microbios (virus o bacterias).
¿Cuáles son los síntomas que se presentan con mayor frecuencia?
Los síntomas varían según la persona y el tipo de enfermedad. Sin embargo, se pueden dividir en:
- Leves: En una infección leve, por lo general el paciente presenta un cuadro gripal con accesos de tos que no provocan vómitos. Puede presentar dolor leve en la garganta y malestar general.
El catarro es la forma más común de infección respiratoria leve, se acompaña de ardor de ojos, lagrimeo, estornudos, dolores de cabeza, de cuerpo y garganta, a veces se presenta fiebre. Es necesario que el paciente descanse, se alimente adecuadamente, ingiera muchos líquidos y no acuda a lugares públicos y cerrados. Se recomienda no fumar ni exponerse a cambios bruscos de temperatura.
- Moderadas: Además de lo anteriormente referido, el paciente presenta ardor y dolor en la garganta. Las amígdalas pueden estar muy inflamadas y con puntos blancos; en tanto. el moco y la flema son de color amarillo. A veces se acompaña de dificultad para hablar (ronquera) y existe dolor al pasar los alimentos.
- Graves: Los cuadros respiratorios a veces pueden dar lugar a estados graves, se debe saber reconocer cuando se está convirtiendo en una infección grave, ya que deberás acudir con el médico para su control y evitar que pueda dar lugar a complicaciones y afectar a los bronquios y a los pulmones.
Las molestias, además de las anteriores, serán dolor en el pecho y espalda, dificultad al respirar, la respiración se vuelve más rápida y corta, quejido respiratorio, los labios y las uñas se ponen moradas, puede presentar fiebre elevada, dolor de cabeza intenso, decaimiento, somnolencia, palpitaciones, flemas amarillas con rasgos de sangre.
En estos casos el tratamiento debe efectuarse en un servicio hospitalario, bajo la vigilancia estrecha del médico. Si la enfermedad respiratoria se acompaña de desnutrición, deshidratación o una enfermedad grave asociada, además de presentar un cuadro respiratorio catalogado como grave, el paciente deberá ser hospitalizado de inmediato.
Tratamiento
Es importante acudir con tu médico para diagnosticar el tipo de enfermedad y poder brindar el tratamiento correcto.
En algunos casos, el médico puede recetar analgésicos para disminuir los síntomas como el dolor de cabeza o malestar en general. En caso de que la infección sea más grave, se puede recetar antibióticos.
Existen otros tratamientos como la inhaloterapia, que administra medicamentos, oxígeno y humedad por la vía respiratoria que pueden ayudar a la rehabilitación de padecimientos que afectan directamente al aparato respiratorio.
¿Cómo prevenir las enfermedades respiratorias?
- No exponerse a cambios bruscos de temperatura.
- Tener el esquema de vacunación completo puede ayudar a prevenir enfermedades como la neumonía o la bronquitis.
- Dejar de fumar y alejarse del humo del tabaco.
- No exponerse a vapores tóxicos.
- Lavarse las manos continuamente (sobre todo si tocaste algún objeto o superficie contaminada o estuvo cerca de una persona enferma).
Las vitaminas pueden ser útiles como medida preventiva. Se recomienda la vitamina A, que se encuentra en algunas frutas y verduras; la vitamina C, presente en todas las frutas cítricas (naranja, toronja, limón, guayaba y otras). También pueden ser útiles en la recuperación de las enfermedades respiratorias.
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