Meningitis, ¿cómo se contagia en los niños?

Doctora vestida con uniforme gris y cubrebocas, vacunando a un bebé de pocos meses de edad en un consultorio

La meningitis es una infección del cerebro y las membranas que lo cubren, ocasionando una inflamación severa del tejido.

La meningitis es grave si no se detecta en forma oportuna, pues puede ocasionar secuelas cognitivas, auditivas y motoras que impactan negativamente en la calidad de vida.

Los niños y las personas con sistema inmune débil tienen mayor riesgo de presentar meningitis. Los microorganismos que ocasionan la infección son ciertos tipos de bacterias o virus que generalmente infectan primero el tracto respiratorio, y después viajan por el torrente sanguíneo, donde pueden alcanzar el cerebro y la médula espinal.

Es menos común, pero una meningitis también puede ser ocasionada por cierto tipo de hongos o parásitos. Los virus o bacterias se transmiten de persona a persona por diversos mecanismos: al toser, estornudar, a través de secreciones respiratorias o saliva, por alimentos preparados de manera inapropiada, entre otros.

En los niños pequeños los síntomas inicialmente son inespecíficos como dejar de comer, fiebre e irritabilidad. Posteriormente, presentan manifestaciones relacionadas con el cerebro como:

·   Rigidez de cuello

·   Abombamiento de la fontanela

·   Reflejos anormales

·   Molestia a la luz (fotofobia)

·   Vómito

·   Somnolencia y/o letargo

·   Crisis convulsivas

Es muy importante que los papás o cuidadores sepan identificar los signos de alarma para acudir a una valoración médica de urgencia.

Una vez en el servicio de urgencias, al niño se le realiza una revisión clínica neurológica, estudios de laboratorio, estudios radiológicos y una toma de muestra de líquido cefalorraquídeo, que es uno de los estudios más importantes para establecer un diagnóstico certero.

El tratamiento dependerá de si es una infección viral, bacteriana, por hongos o parasitaria, lo cual lo determinará el médico tratante, de preferencia un especialista en infecciones (infectólogo). Lo más importante es que el paciente debe ser valorado, ya que el inicio del tratamiento es apremiante.

Existen medidas de prevención que disminuyen el riesgo de que tu pequeño sufra este tipo de infección:

  • Es importante cuidar que todo lo que coma tu hijo sea saludable y esté desinfectado o muy bien cocido. 
  • Lava las manos con frecuencia, limpia con antiséptico las áreas y juguetes del bebé; evita la exposición a aglomeraciones y cuando estén en ambientes con muchas personas y poca ventilación.
  • Usa cubrebocas y enseña a tu hijo a usarlo correctamente.
  • No dejes que se acerquen al bebé personas con infecciones respiratorias.
  • Evita estornudar o toser sin cubrirte nariz y boca, y nunca permitas que tu hijo inhale humo de cigarro.

La aplicación de vacunas es una estrategia muy eficaz de prevención. Para las bacterias, existe la vacuna antineumocócica, antimeningocócica, BCG y Hib. En el caso de los virus, se encuentran disponibles vacunas para el sarampión, paperas, varicela, influenza y la Triple Viral. 

Es muy importante seguir al pie de la letra el calendario de vacunación de tu pequeño para evitar la meningitis y otras enfermedades.

Vista recortada de un médico con bata blanca y sosteniendo un estetoscopio

Infectología
Hospital Angeles Metropolitano
Cédula: 3872013

  

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