Son una de las principales herramientas con las que se puede proteger a los niños.
Parece increíble que en estos tiempos hay personas que niegan el extraordinario aporte científico que significan las vacunas, gracias a las cuales se han erradicado enfermedades que durante siglos afectaron a la humanidad.
Para que una vacuna salga al mercado y sea utilizada, transcurren aproximadamente entre 10 y 15 años de estudios en los que se vigila su seguridad y efectividad, contribuyendo a proteger la salud de los niños. Las vacunas proveen inmunidad (defensas) a los niños antes de exponerse al virus o bacteria, disminuyendo así la posibilidad de padecer enfermedades graves o que pongan en riesgo la vida.
Esto es muy importante, sobre todo en el primer año, ya que el sistema inmune y las defensas de los niños aún se están desarrollando. Las vacunas contienen una pequeña fracción de antígenos (partes del microorganismo) a las que va a ser expuesto tu hijo y que van a ser reconocidos por el sistema inmune y generar defensas contra ese microorganismo. Al tener solo esta fracción de antígenos y no el microorganismo completo, las vacunas no causan la enfermedad contra la que están elaboradas y son muy seguras.
Cada vacuna ha sido estudiada para ponerse a cierta edad con el fin de tener los máximos beneficios, evitar las enfermedades más frecuentes a esa edad y no tener mayores efectos adversos; es por eso que se debe cumplir con el calendario de vacunación.
Además, los avances científicos han logrado tener vacunas combinadas con las que con un solo piquete, puedes proteger a tus hijos de hasta 6 diferentes enfermedades.
Conforme tus hijos vayan creciendo, se darán cuenta de que en las visitas al pediatra van a ser vacunados, por lo tanto:
Todas las vacunas pueden tener efectos adversosque en su gran mayoría son leves y se presentan el mismo día o dos días después de la aplicación. Las molestias más frecuentes que tus hijos pueden tener son: fiebre, dolor o enrojecimiento en la zona, malestar general e irritabilidad.
No cabe duda que las vacunas son una de las principales herramientas con las que podemos proteger a los niños y fortalecer su sistema inmune para evitar enfermedades que pueden poner en riesgo la vida o causar graves problemas en la salud.