El cáncer cervicouterino o cervical es un tumor maligno que afecta principalmente a mujeres mayores de 30 años.
Las mujeres que corren un mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer son las que:
- Iniciaron su actividad sexual a temprana edad (antes de los 18 años).
- Tienen infecciones de transmisión sexual (ITS) como el virus del papiloma humano.
- Han tenido más de 3 parejas sexuales.
- Fuman.
- Tienen un sistema inmunitario débil debido a enfermedades como el VIH o a que ingieren medicamentos que impiden la respuesta inmunitaria, como los que se usan para tratar el cáncer o después de un trasplante.
- Tienen problemas de desnutrición.
- Han tenido más de 3 partos.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer cervicouterino?
En etapas tempranas, el cáncer de cuello uterino puede no presentar signos o síntomas, lo que resalta la importancia de realizar exámenes de detección regulares, como la prueba de papanicolaou y la prueba de VPH (virus del papiloma humano). Sin embargo, a medida que el cáncer progresa, pueden surgir algunos síntomas. Estos pueden incluir:
- Sangrado vaginal anormal después de tener relaciones sexuales, entre los peridodos menstruales o después de la menopausia.
- Flujo vaginal abundante que puede presentar sangre y tiene un mal olor.
- Dolor de cadera.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
Es importante que ante cualquiera de estos síntomas acudas inmediatamente con tu médico. El tratamiento consiste en quitar la matriz con una cirugía o mediante radioterapia. Cuando la enfermedad avanzó, se puede requerir quimioterapia.
Para reducir el riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino es importante que las niñas de 11 años de edad se apliquen la vacuna contra el virus del papiloma humano, ya que ayuda a prevenir la mayoría de las infecciones del VPH que causan cáncer cervical. Asimismo, es recomendable practicar relaciones relaciones sexuales seguras mediante el uso del preservativo y realizarse el examen de papanicolaou a partir de los 21 años.
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