La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección de los pulmones que puede dificultar la respiración y suele empeorar con el tiempo.
La EPOC incluye afecciones como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Unas de sus principales causas son el tabaquismo y la exposición a contaminantes, que en forma independiente o combinada puede incrementar el riesgo a contraerla.
Esta enfermedad provoca que las vías respiratorias en los pulmones se estrechen, lo que dificulta la entrada y salida del aire. Esto suele estar relacionado con daños en los pulmones.
Síntomas de la EPOC
- Dificultad para respirar
- Tos crónica
- Producción de esputo (flema)
- Fatiga
Estos síntomas pueden variar en gravedad y empeorar con el tiempo. La EPOC es una enfermedad crónica, lo que significa que no se cura, pero que se pueden controlar sus síntomas y progresión con tratamiento y cambios en el estilo de vida, como: dejar de fumar, hacer ejercicio y recibir terapia respiratoria.
Es importante recibir atención médica si se experimentan síntomas de EPOC o si se tiene un historial de exposición al humo del tabaco u otras sustancias perjudiciales para los pulmones. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Diagnóstico
Para diagnosticar la EPOC se requiere hacer una prueba de función pulmonar que se llama espirometría, la cual evalúa la presencia de la obstrucción bronquial y qué tan grave es. Otro estudio que se puede aplicar para confirmar el diagnóstico es una radiografía de tórax.
Generalmente esta enfermedad es mal diagnosticada, debido a que se suele confundir con asma. También los síntomas pueden ser atribuidos a la edad, ya que una de sus características de este padecimiento es que se presenta después de los 40 años.
Tratamiento
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica requiere un enfoque integral que incluye cambios en el estilo de vida, medicamentos, terapia respiratoria y, en casos avanzados, intervenciones quirúrgicas. El objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida y reducir la progresión de la enfermedad.
El tratamiento de la EPOC debe ser individualizado y supervisado por un grupo médico especializado que incluya neumólogos, fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos, entre otros profesionales de la salud para controlar y adaptar el tratamiento según la evolución de la enfermedad.