La diabetes gestacional es un padecimiento que se desarrolla durante el embarazo. Se caracteriza por niveles elevados de azúcar en la sangre (glucosa) que pueden afectar tanto a la madre como al feto.
La diabetes gestacional ocurre cuando el cuerpo no puede producir o utilizar la insulina de manera eficiente para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro de un rango saludable durante la gestación. Al término del embarazo, este padecimiento suele desaparecer.
Causas de la diabetes gestacional
La placenta tiene como tarea proveer al bebé de nutrientes y agua de la madre, también produce una gran variedad de hormonas vitales para preservar el embarazo. Irónicamente algunas de estas hormonas, entre ellas el estrógeno, cortisol y el lactógeno placentario humano producen el efecto de bloquear la insulina, esto suele ocurrir alrededor de la semana 20 de gestación.
Entre más crece la placenta se produce una mayor cantidad de estas hormonas, por lo cual la resistencia a la insulina también se incrementa. Para contrarrestar este efecto, el páncreas comienza a producir más insulina, pero llega un momento en que no es suficiente, dando como resultado una diabetes gestacional.
Factores de riesgo
A pesar de que cualquier mujer puede desarrollar diabetes gestacional durante el embarazo, existen algunos factores de riesgo:
- Historia familiar de diabetes.
- Edad avanzada de la madre.
- Obesidad.
- Mujeres que han dado a luz a un bebé de gran tamaño o con anomalías congénitas.
- Exceso de líquido amniótico.
- Si en embarazos anteriores ha sido diagnosticada con diabetes gestacional.
- Si es hipertensa.
- Si tiene los niveles de colesterol y triglicéridos altos.
- Si padece síndrome de ovario poliquístico.
- No realizar actividad física.
Síntomas
No en todos los casos la diabetes gestacional produce síntomas, sin embargo los más comunes son:
- Incremento de la sed
- Aumento de la frecuencia y cantidad de líquido al orinar
- Fatiga
- Náuseas
- Vómito
- Pérdida de peso
- Visión borrosa
Diagnóstico
La diabetes gestacional generalmente se diagnostica mediante pruebas de glucosa en sangre durante el segundo trimestre del embarazo. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. Además, tanto la madre como el bebé tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es mantener los niveles de glucosa dentro de los límites normales. El médico puede recomendar una dieta especial y un programa de ejercicios físicos. Además, puede ser necesario medir diariamente los niveles de glucosa en la sangre y aplicar inyecciones de insulina.
¿Cómo afecta la diabetes gestacional al bebé?
Los altos niveles de azúcar pueden afectar tanto a la madre como al bebé. Si no es tratada adecuadamente, la diabetes gestacional puede provocar que, al nacer, el bebé presente bajos niveles de azúcar, ictericia o un peso mayor del normal. Asimismo puede provocar macrosomía, que es cuando el feto crece demasiado grande y, por consiguiente, puede tener complicaciones durante el parto y enfrentar un mayor riesgo de lesiones durante el nacimiento.
También puede causar hipoglucemia neonatal, es decir, generar niveles bajos de azúcar en sangre después del parto. Asimismo, se pueden presentar problemas respiratorios, como el síndrome de dificultad respiratoria (SDR), debido a la madurez pulmonar reducida.
Diabetes después del embarazo
En la mayoría de los casos, la diabetes gestacional desaparece después del parto. Sin embargo, el cuerpo se vuelve más sensible a la insulina, por lo que puede desarrollar diabetes tipo 2. En estos casos, es importante hacer cambios en el estilo de vida como:
- Realizar actividad física o practicar un deporte.
- Alimentarte saludablemente.
- Acudir periódicamente al médico.
- Llevar un control de los niveles de glucosa.
Con un manejo adecuado, la mayoría de las mujeres con diabetes gestacional desarrollan embarazos saludables y tienen bebés sanos. No olvides consultar a tu médico durante todo tu embarazo.