Un padecimiento crónico que puede ser hereditario.
El azúcar de los alimentos que consumimos diariamente es absorbida por el intestino y posteriormente pasa a la sangre y eleva los niveles de azúcar en esta. El incremento es regulado por la insulina al introducirse en las células de los diferentes tejidos. La diabetes se produce cuando hay una alteración de este delicado equilibrio.
La probabilidad de desarrollar diabetes mellitus depende de una serie de factores como:
Otros factores que pueden favorecer su aparición, son:
Es importante considerar que estos factores pueden variar dependiendo del tipo de diabetes.
Son muy variables, pero entre los más comunes que se encuentran:
Es muy importante saber que hay pacientes que son diabéticos y no presentan ningún síntoma, por lo que en muchas ocasiones se diagnostica la diabetes mellitus de manera accidental al realizar exámenes preoperatorios u otro tipo de estudios.
La diabetes afecta por igual a hombres y mujeres, sin embargo, algunos estudios sostienen que el sexo femenino tiene mayor predisposición a padecerla.
Los tipos de diabetes aceptados universalmente son:
Se tienen que realizar dos pruebas de sangre, una en ayuno y otra dos horas después de tomar 75 gramos de glucosa para adulto, a esto se le conoce como la curva de tolerancia de glucosa. Los valores normales de azúcar en la sangre en ayunas son igual o inferior a 99 mg/dl, los de 100 a 125 mg/dl indican prediabetes y los mayores a 126 mg/dl indican que tiene diabetes.
Si después de haber realizado la prueba de la tolerancia a la glucosa se presenta niveles de 140 mg/dl o menos es normal, si los niveles son de 140 a 199 mg/dl indican que tiene prediabetes. Si los valores son de 200 mg/dl o mayores, el paciente presenta diabetes.
El tratamiento dependerá del tipo de diabetes que tenga el paciente. Si es diabetes tipo 1, el tratamiento consiste en inyectar insulina (existen aproximadamente 4 o 5 tipos diferentes). El médico indicará el tipo de insulina más adecuado, ya que puede ser de acción rápida, corta, intermedia y prolongada.
Si el paciente presenta diabetes tipo 2, durante los primeros tres años una parte del tratamiento consiste en tener una buena alimentación, realizar ejercicio y mantener el peso ideal. Conforme transcurre el tiempo es posible que el paciente necesite algunos medicamentos con el fin de mantener los niveles de glucosa en la sangre. Cuando el paciente se encuentra fuera de estos rangos, es necesario cambiar los medicamentos. En ocasiones la base del tratamiento de algunos pacientes con este tipo de diabetes es la combinación de medicamentos e insulina.
En el caso de la diabetes gestacional, es necesario mantener normales los niveles de glucosa en la sangre. Parte del tratamiento consiste en llevar una dieta especial, realizar ejercicio y medir los niveles de glucosa diariamente. En caso de que no se logren mantener los niveles de glucosa en los rangos normales, será necesaria una inyección de insulina.
Regularmente cuando se diagnostica, el paciente ya presenta algunas complicaciones como:
Entre las complicaciones más graves se encuentran:
Desafortunadamente hasta el momento la diabetes no tiene cura. Sin embargo, con un buen control el paciente puede evitar la mayoría de las complicaciones.
La diabetes mellitus tipo 1 no se puede prevenir. En el caso de la diabetes mellitus tipo 2, una dieta saludable, realizar actividad física de manera regular, mantener un peso ideal y no fumar son medidas que pueden prevenir o retrasar la aparición de esta enfermedad.