¿Cuáles son los síntomas del VIH?

Pueden variar según la etapa en la que se encuentre la infección.

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) daña al sistema inmunitario, provocando que el cuerpo pierda la capacidad para luchar contra infecciones y enfermedades.

A la primera etapa se le conoce como VIH agudo y se pueden presentar síntomas similares a los de gripe:

Fiebre
Dolor de cabeza
Erupciones cutáneas
Dolor de garganta
Fatiga
Escalofríos
Dolor muscular

Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer en un transcurso de 2 a 4 semanas. En ocasiones son tan leves que pueden pasar desapercibidos; sin embargo, la carga viral es alta y la infección se propaga en el cuerpo más fácilmente que en las otras dos etapas.

Si no se recibe un tratamiento adecuado, el virus se multiplica, aunque a niveles muy bajos, y va debilitando al sistema inmunitario. A esta etapa se le conoce como infección crónica por VIH y se puede presentar:

Fiebre
Fatiga
Ganglios linfáticos inflamados
Diarrea
Pérdida de peso
Herpes
Neumonía

Esta etapa puede durar más de 10 años y algunas personas pueden incluso no presentar ningún síntoma; aunque eso no significa que no puedan transmitir el virus, por lo que es importante realizarse la prueba si se ha estado en situaciones de riesgo de contraer la infección, como tener relaciones sexuales vaginales o anales sin usar preservativo

A la tercera etapa se le conoce como síndrome de inmunodeficiencia adquirida(SIDA). Esta es la última etapa y la más peligrosa, ya que el sistema inmunitario se encuentra gravemente dañado y puede contraer otras infecciones conocidas como “infecciones oportunistas”. El paciente puede presentar:

Aftas bucales
Dolor de cabeza y garganta
Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Cansancio
Mareos
Pérdida de peso repentina
Formación de hematomas con mayor frecuencia
Diarrea
Fiebre
Episodios de tos seca
Adormecimiento de manos y pies
Sensación de falta de aire
Erupciones en la piel
Sangrado de nariz, boca, ano y vagina
Glándulas inflamadas de la garganta
Infecciones graves por hongos o bacterias

Con el tratamiento adecuado conocido como terapia antirretroviral (TAR), que es la combinación de dos o más medicamentos que combaten la infección y ayudan a que no se propaguen, el VIH se puede convertir en una enfermedad crónica manejable. Asimismo, es importante que el paciente lleve un estilo de vida saludable y acuda al médico regularmente.

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