La trombosis venosa es una condición médica seria que ocurre cuando se forma un coágulo sanguíneo en una vena.
La trombosis venosa puede afectar tanto a las venas superficiales como a las venas profundas del cuerpo. Cuando un coágulo se forma en una vena profunda, se denomina trombosis venosa profunda (TVP), mientras que cuando afecta a una vena superficial, se conoce como tromboflebitis superficial.
Síntomas de la trombosis venosa
Los síntomas de la trombosis venosa pueden variar dependiendo de la ubicación y del tamaño del coágulo. Algunos de los signos y síntomas comunes incluyen:
- Hinchazón: Se puede notar hinchazón en la extremidad afectada, como la pierna o el brazo. La hinchazón puede estar acompañada de sensibilidad o dolor al tacto.
- Dolor: El área afectada se puede volver dolorosa, sensible o caliente al tacto. El dolor puede aumentar al estar de pie o caminar.
- Enrojecimiento: La piel sobre la vena afectada se puede volver roja o de un tono más oscuro.
- Sensación de calor: La zona afectada puede sentirse caliente al tacto debido a la inflamación asociada con el coágulo.
- Fatiga o debilidad: Algunas personas pueden experimentar fatiga o debilidad general, en especial si el coágulo afecta gravemente el flujo sanguíneo.
Causas
La trombosis venosa puede ocurrir por una variedad de razones, algunas de las cuales incluyen:
- Inmovilidad: Permanecer sentado durante largos periodos de tiempo, como en viajes largos en avión o en automóvil, puede aumentar el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos.
- Lesiones o cirugías: Lesiones graves, cirugías o trauma pueden dañar las venas y aumentar el riesgo de formación de coágulos.
- Antecedentes familiares: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar coágulos sanguíneos, lo que aumenta su riesgo de trombosis venosa.
- Embarazo: Durante el embarazo, los cambios hormonales y la presión del útero en las venas pueden aumentar el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos.
- Factores de riesgo adicionales: La obesidad, el tabaquismo, el uso de anticonceptivos orales y ciertas condiciones médicas, como el cáncer y la trombofilia, también pueden aumentar el riesgo de trombosis venosa.
Tratamiento
El médico comenzará con una historia clínica detallada para recopilar información sobre los síntomas del paciente, antecedentes médicos personales y familiares, medicamentos que esté tomando y cualquier factor de riesgo conocido para la trombosis venosa. Luego, realizará un examen físico, centrado en el área afectada y buscando signos como hinchazón, sensibilidad, enrojecimiento y aumento de temperatura.
Pruebas de laboratorio
- Dímero-D: Se puede realizar una prueba de sangre para medir los niveles de Dímero-D, una proteína que se libera cuando hay coagulación en el cuerpo. Los niveles elevados pueden indicar la presencia de un coágulo sanguíneo, pero esta prueba no es específica y puede ser positiva por otras razones también.
- Tiempo de protrombina (TP) y tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa): Estas pruebas evalúan la capacidad de coagulación de la sangre y pueden ayudar a descartar trastornos de la coagulación sanguínea.
Pruebas de imagen
- Ultrasonido Doppler: Esta es una de las pruebas más comunes para diagnosticar la trombosis venosa. El ultrasonido Doppler utiliza ondas sonoras para crear imágenes de las venas y detectar la presencia de coágulos sanguíneos. Puede distinguir entre trombosis venosa profunda (TVP) y tromboflebitis superficial.
- Venografía por tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM): Estas pruebas de imagen pueden proporcionar imágenes detalladas de las venas y coágulos sanguíneos en el cuerpo, especialmente cuando el ultrasonido Doppler no es concluyente o se necesita una evaluación más detallada.
- Angiografía por sustracción digital (DSA): En casos menos comunes, se puede utilizar la angiografía por sustracción digital para visualizar las venas y los coágulos sanguíneos mediante la inserción de un catéter y la inyección de un medio de contraste.
El diagnóstico preciso de la trombosis venosa es crucial para brindar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones graves. La combinación de la historia clínica, el examen físico y las pruebas de diagnóstico por imágenes puede ayudar a los médicos a confirmar la presencia de un coágulo sanguíneo y determinar su ubicación y extensión. En estos casos de sospecha de trombosis venosa, es importante buscar atención médica inmediata para iniciar el tratamiento apropiado.