El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes, el cual afecta a millones de personas en todo el mundo.
Sin embargo, a pesar de su prevalencia, existen numerosos mitos y malentendidos que dificultan su comprensión y tratamiento.
Mito 1: “El insomnio significa no poder dormir nada en absoluto”
Realidad:
El insomnio no siempre implica pasar toda la noche en vela. Se puede manifestar de diversas formas, como dificultad para conciliar el sueño, despertarse con frecuencia durante la noche o despertarse demasiado temprano y no poder volver a dormir. Incluso quienes logran dormir algunas horas pueden padecer insomnio si la calidad del sueño no es reparadora.
Mito 2: “Dormir menos de 8 horas siempre causa insomnio”
Realidad:
La cantidad de sueño que una persona necesita varía de un individuo a otro. Mientras que algunas personas se sienten descansadas con 6 horas de sueño, otras pueden necesitar 9 horas. El insomnio se diagnostica cuando hay dificultad para dormir que afecta la función diaria y la calidad de vida, independientemente de cuántas horas se duerma.
Mito 3: “El insomnio solo afecta a personas mayores”
Realidad:
Aunque el insomnio es más común en adultos mayores debido a cambios naturales en el sueño y a condiciones de salud, puede afectar a personas de cualquier edad, incluidos niños y adolescentes. Factores como el estrés, el uso excesivo de tecnología o problemas emocionales pueden desencadenar insomnio en los jóvenes.
Mito 4: “Beber alcohol antes de dormir ayuda a combatir el insomnio”
Realidad:
Aunque el alcohol puede inducir somnolencia inicial, interfiere con las fases profundas del sueño, lo que provoca despertares frecuentes y una mala calidad del descanso. A largo plazo, el consumo de alcohol puede agravar los problemas de insomnio.
Mito 5: “Las pastillas para dormir son la única solución para el insomnio”
Realidad:
Aunque los medicamentos pueden ser útiles a corto plazo en algunos casos, no son la única ni la mejor solución a largo plazo. Las terapias no farmacológicas, como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I), han demostrado ser más efectivas para tratar la raíz del problema y lograr resultados duraderos.
Mito 6: “El insomnio no es un problema grave de salud”
Realidad:
El insomnio crónico puede tener un impacto significativo en la salud física y mental. Se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como hipertensión, diabetes tipo 2, depresión y ansiedad. Además, afecta la calidad de vida, la productividad y el bienestar general.
Mito 7: “Si no puedes dormir, debes quedarte en la cama hasta conciliar el sueño”
Realidad:
Permanecer en la cama mientras se lucha por dormir puede aumentar la ansiedad y empeorar el insomnio. Los expertos recomiendan levantarse, realizar una actividad relajante en un ambiente tenue (como leer o escuchar música tranquila) y regresar a la cama cuando se sienta somnolencia.
Mito 8: “La siesta empeora el insomnio”
Realidad:
Las siestas no son necesariamente perjudiciales, pero deben ser cortas (20-30 minutos) y evitarse en las horas cercanas a la noche. Una siesta larga o muy tarde puede interferir con la capacidad de dormir por la noche, especialmente en personas propensas al insomnio.
Mito 9: “El insomnio es siempre consecuencia de estrés”
Realidad:
Aunque el estrés es una causa común de insomnio, este trastorno también puede estar relacionado con otros factores, como problemas de salud física (dolor crónico, apnea del sueño), trastornos mentales (ansiedad, depresión), hábitos de vida poco saludables o el uso de ciertos medicamentos.
Mito 10: “El insomnio no tiene solución”
Realidad:
El insomnio es tratable en la mayoría de los casos. Con un diagnóstico adecuado y la implementación de cambios en los hábitos de sueño, terapias psicológicas y, si es necesario, tratamiento médico, es posible mejorar considerablemente la calidad del sueño y la vida de quienes lo padecen.
El insomnio es un trastorno complejo rodeado de muchos mitos que pueden dificultar su comprensión y manejo. Es importante basarse en información confiable y buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Con el tratamiento adecuado, es posible superar el insomnio y disfrutar de un sueño reparador que beneficie la salud física y emocional.
