Fibromas uterinos: síntomas y diagnóstico

Los fibromas uterinos son tumores benignos (no cancerosos) que se desarrollan en el útero, específicamente en el tejido muscular de este órgano. 

Aunque los fibromas no suelen ser peligrosos, pueden causar una serie de síntomas molestos y afectar la calidad de vida de las mujeres que los padecen. En algunos casos, pueden interferir con la fertilidad o provocar complicaciones durante el embarazo. Es fundamental reconocer los síntomas de los fibromas uterinos y someterse a un diagnóstico temprano para determinar la mejor opción de tratamiento. 

¿Qué son los fibromas uterinos?

Los fibromas uterinos son tumores formados por una acumulación anormal de células musculares y tejido fibroso en el útero. Se pueden desarrollar en varias áreas del útero, como:

  • Intramurales: En la pared muscular del útero.
  • Submucosos: Debajo del revestimiento interno del útero (endometrio).
  • Subserosos: En el exterior del útero, hacia la cavidad abdominal.

El tamaño de los fibromas puede variar desde pequeños, que no se pueden ver a simple vista, hasta grandes, que pueden distorsionar la forma del útero. Algunas mujeres tienen un solo fibroma, mientras que otras pueden tener múltiples fibromas al mismo tiempo.

¿Cuáles son los síntomas de los fibromas uterinos?

En muchos casos, los fibromas uterinos no causan síntomas y son descubiertos incidentalmente durante un examen ginecológico de rutina. Sin embargo, cuando los fibromas son grandes o se encuentran en lugares específicos del útero, pueden causar una serie de síntomas molestos. Los más comunes incluyen:

  1. Sangrado menstrual abundante (menorragia): Uno de los síntomas más comunes de los fibromas uterinos es el sangrado menstrual excesivo. Las mujeres con fibromas pueden experimentar periodos menstruales más largos, sangrado abundante e incluso sangrado entre periodos.
  2. Dolor pélvico o presión: Los fibromas, especialmente los grandes, pueden causar dolor o una sensación de presión en la zona pélvica. Este dolor puede ser constante o puede aumentar durante la menstruación o las relaciones sexuales.
  3. Dolores de espalda o piernas: En algunos casos, los fibromas grandes pueden presionar los nervios en la parte baja de la espalda o las piernas, causando dolor o incomodidad en esas áreas.
  4. Micción frecuente: Cuando un fibroma crece en la parte inferior del útero o hacia la vejiga, puede ejercer presión sobre esta, lo que lleva a la necesidad frecuente de orinar.
  5. Dificultad para vaciar la vejiga. Por el contrario, si el fibroma está presionando la vejiga de manera que no puede vaciarse por completo, puede causar sensación de evacuación incompleta.
  6. Estreñimiento: Si el fibroma está presionando el recto, puede causar dificultades para evacuar, lo que resulta en estreñimiento.
  7. Infertilidad o complicaciones en el embarazo: En algunos casos, los fibromas pueden interferir con la fertilidad. Por ejemplo, los fibromas submucosos (que están debajo del revestimiento del útero) pueden afectar la implantación de un óvulo fertilizado. También pueden aumentar el riesgo de complicaciones en el embarazo, como aborto espontáneo o parto prematuro.
  8. Sensación de hinchazón o aumento del tamaño del abdomen: En algunos casos, los fibromas grandes pueden causar una sensación de distensión o un aumento visible del abdomen, lo que puede parecer similar a un aumento de peso o a la hinchazón.

¿Cómo se diagnostican los fibromas uterinos?

El diagnóstico de los fibromas uterinos comienza con una evaluación médica completa y un examen ginecológico. Sin embargo, debido a que los fibromas a menudo no causan síntomas evidentes, se pueden descubrir de manera incidental durante otros exámenes o procedimientos. Existen varios métodos para diagnosticar los fibromas uterinos:

  1. Examen pélvico: Durante un examen ginecológico de rutina, el médico puede palpar los fibromas si son lo suficientemente grandes como para ser detectados. El médico examina el útero para determinar si hay alguna irregularidad en su tamaño, forma o consistencia.
  2. Ecografía: Una ecografía transvaginal o abdominal es una de las herramientas más comunes para visualizar los fibromas uterinos. En este procedimiento, se utiliza una sonda que emite ondas sonoras para crear una imagen del útero y detectar la presencia de fibromas, así como su tamaño y ubicación.
  3. Histeroscopia: En este procedimiento, un pequeño tubo con una cámara en el extremo (histeroscopio) se inserta a través de la vagina para examinar el interior del útero y detectar fibromas submucosos, que son aquellos que se encuentran justo debajo del revestimiento uterino. Esta prueba también puede utilizarse para extirpar fibromas pequeños.
  4. Laparoscopia: En algunos casos, se puede realizar una laparoscopia, en la que se introduce una cámara pequeña a través de una incisión en el abdomen para observar el exterior del útero y detectar fibromas subserosos (en la parte exterior del útero).
  5. Resonancia magnética (RM). La resonancia magnética es una técnica de diagnóstico por imágenes más detallada que se puede usar para evaluar fibromas grandes o múltiples. Aunque no se utiliza de manera rutinaria, puede proporcionar información precisa sobre el tamaño y la ubicación de los fibromas, especialmente en casos complejos.
  6. Histerosalpingografía (HSG). En algunos casos, el médico puede recomendar una histerosalpingografía, que consiste en la inyección de un tinte especial en el útero a través del cuello uterino para tomar radiografías. Este procedimiento puede ayudar a identificar obstrucciones o anomalías en el útero causadas por fibromas.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para los fibromas uterinos?

El tratamiento para los fibromas uterinos depende de varios factores, como la gravedad de los síntomas, el tamaño y la ubicación de los fibromas, la edad de la paciente y su deseo de tener hijos en el futuro. Las opciones de tratamiento incluyen:

  1. Medicamentos
  • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para aliviar el dolor pélvico.
  • Tratamientos hormonales como los anticonceptivos orales o el dispositivo intrauterino (DIU) para controlar el sangrado abundante.
  • Agonistas de la GnRH para reducir temporalmente el tamaño de los fibromas y controlar los síntomas.
  1. Procedimientos mínimamente invasivos
  • Embolización de arterias uterinas: Un procedimiento en el que se bloquean los vasos sanguíneos que alimentan los fibromas, lo que hace que se reduzcan de tamaño.
  • Miomectomía: Una cirugía en la que se extirpan los fibromas del útero, pero se preserva el órgano. Este procedimiento es adecuado para mujeres que desean conservar su fertilidad.
  1. Histerectomía:En casos graves, cuando los fibromas son muy grandes o causan complicaciones graves, se puede recomendar una histerectomía, que es la extirpación del útero. Este tratamiento es definitivo y no es adecuado para mujeres que deseen tener hijos en el futuro.

Aunque los fibromas uterinos son comunes y generalmente no son cancerosos, pueden causar una variedad de síntomas que afectan la calidad de vida de las mujeres. Es importante estar atenta a los signos de los fibromas y buscar atención médica si experimentas síntomas como sangrado abundante, dolor pélvico o dificultad para orinar. 

Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden aliviar los síntomas y mejorar la salud reproductiva de la mujer. Si tienes fibromas uterinos, habla con tu médico sobre las opciones de tratamiento más apropiadas para ti.

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