Un trastorno mental común que afecta la vida cotidiana.
La depresión puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero una vez identificada puede ser tratada. No obstante, por desgracia no siempre se diagnostica correctamente debido a que muchos de sus síntomas pueden confundirse con otros trastornos, por ejemplo con problemas de insomnio o de apetito.
Reconocerla es el primer paso para su tratamiento. La depresión es considerada uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes y que hoy día tiene una incidencia mayor que en las generaciones anteriores.
Generalmente la depresión es reactiva, es decir, se debe a la respuesta ante alguna situación traumática o estresante. Aunque las causas pueden ser muy diversas, incluyendo:
Generalmente las personas que padecen depresión desarrollan los siguientes síntomas de forma gradual, a lo largo de días o semanas:
Si el paciente presenta por lo menos cinco de los síntomas durante un tiempo prolongado, es importante que acuda al médico para que evalúe su estado físico y mental, y pueda proporcionarle un diagnóstico y tratamiento preciso.
El tratamiento para las personas depresivas regularmente consiste en un método farmacológico (antidepresivos), complementado con terapia psicológica y de apoyo social, que ayudarán a lidiar los efectos de la depresión.
La mayoría de los medicamentos antidepresivos son efectivos, aunque algunos pueden llegar a presentar mejores resultados en unos pacientes que en otros, por lo que es importante no automedicarse y seguir correctamente las indicaciones del médico.
Algunas medidas que pueden realizar los pacientes que padecen depresión son:
Algunas cosas que una persona puede hacer para ayudar a un familiar o conocido que padece depresión es tratar de escuchar a la persona y empatizar con sus sentimientos, y evitar dar una opinión o juicio sobre la persona depresiva.