La colitis ulcerosa es una enfermedad crónica en la que el intestino grueso se inflama y úlcera, provocando diarrea con sangre, retortijones y fiebre.
La colitis ulcerosa puede afectar a personas de cualquier edad, pero tiene una incidencia más alta en personas jóvenes, especialmente entre los 15 y 30 años. Esta condición se caracteriza por la inflamación y úlceras en la mucosa del colon y el recto, y puede extenderse a lo largo del colon en su totalidad.
Es importante destacar que la colitis ulcerosa está asociada con un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, especialmente en pacientes que han tenido la enfermedad durante un periodo prolongado y en quienes la inflamación ha afectado una extensa área del colon. Por ello, se realizan seguimientos y controles médicos periódicos a estos pacientes para monitorear el riesgo de cáncer y tomar medidas preventivas adecuadas.
Causas
Actualmente se desconoce la causa exacta de este padecimiento, pero existen factores que pueden propiciar su aparición:
- Factores genéticos y ambientales
- Trastornos autoinmunes
- Factores alérgicos
- Factores microbiológicos
- Factores psicológicos
Síntomas
- Diarrea (en ocasiones con sangre)
- Fiebre alta
- Dolor abdominal
- Peritonitis
- Retortijones intensos
- Debilidad
- Sangre y mucosidad en las heces fecales
- Falta de apetito
- Pérdida de peso
Si presentas cualquiera de los síntomas es importante acudir con un especialista, quien puede solicitar algunos exámenes para establecer un diagnóstico preciso.
Diagnóstico
Para el diagnóstico de esta enfermedad, el médico puede realizar una serie de pruebas para descartar otros padecimientos como el síndrome de colon irritable o la enfermedad de Crohn y, de igual manera, hacer un exámen físico para comprobar la inflamación, dolor y sensibilidad abdominal.
El médico también puede solicitar pruebas de laboratorio que incluyan análisis de sangre y heces que proporcionen información de la química sanguínea y descartar otras enfermedades.
Asimismo, al paciente se le puede realizar una colonoscopia que permita al médico observar la totalidad del colon. Durante este procedimiento se toman muestras del tejido del revestimiento del recto y se examinan con un microscopio para obtener un mejor resultado.
Complicaciones de la colitis ulcerosa
Una vez diagnosticada la enfermedad, se debe seguir el tratamiento que el médico señale para evitar complicaciones como:
- Hemorragias: Complicación más frecuente que puede causar anemia por la falta de hierro.
- Colitis tóxica: Complicación grave en la que se daña la totalidad del grosor de la pared intestinal. Conforme empeora, el colon pierde su tono y con el paso del tiempo comienza a dilatarse. La posibilidad de complicaciones severas aumenta si se desarrolla una úlcera que perfore el intestino.
- Cáncer de colon: El riesgo de contraer este cáncer es muy alto en personas que padecen colitis ulcerosa durante un largo tiempo y cuando se encuentra afectada toda el área del intestino.
¿Cómo se trata la colitis ulcerosa?
El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad y la frecuencia con la que brotan los síntomas. Los objetivos del tratamiento son: controlar la inflamación, reducir los síntomas y reemplazar cualquier pérdida de líquidos y nutrientes. Esto implica tomar medicamentos que deben ser prescritos por el médico y en algunos casos se puede recurrir a la cirugía.
Los suplementos de hierro compensan la anemia causada por la pérdida de la sangre en las heces fecales. Para la diarrea el médico recetará al paciente dosis de fármacos antidiarreicos.
En pacientes con colitis ulcerosa se recomienda evitar o reducir el consumo de alimentos ricos en fibra (frutos secos, frijoles, granos integrales, vegetales, frutas, etc.), productos lácteos, cafeína, bebidas carbonatadas, alimentos que contienen azufre, entre otros. La dieta dependerá de los síntomas y de cómo responde a cada alimento. También se sugiere comer pequeñas cantidades de alimento a lo largo del día y beber mucha agua.
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