¿Niño o niña? Cómo conocer el sexo del bebé antes de nacer
Uno de los mayores deseos de los padres durante el embarazo es saber el sexo de su bebé.
El método más común y seguro para conocer el sexo del bebé es la ecografía. Se suele hacer entre las semanas 18 y 22 de gestación.
Este estudio es clave no solo para saber si el pequeño será niño o niña, también sirve para analizar muchos factores relacionados con el desarrollo del embarazo, como la morfología de órganos vitales (como el corazón, el cerebro y los pulmones) y posibles malformaciones (como espina bífida).
No obstante, existen circunstancias que pueden impedir conocer el sexo del bebé. Esto debido a que al momento de realizar la ecografía, el bebé se encuentre en una posición que dificulte al especialista ver con precisión sus genitales. Otras circunstancias que también pueden complicar la determinación del sexo son la obesidad de la madre o la escasez de líquido amniótico. Sin embargo, esto no es muy común.
Otros estudios que pueden determinar el sexo del bebé
- Amniocentesis: Consiste en una prueba invasiva que se realiza cuando existe la posibilidad de alteraciones cromosómicas o genéticas, ya que existe cierto riesgo de pérdida gestacional. Suele hacerse entre las semanas 15 y 20 del embarazo.
- Biopsia de vellosidades coriales: Prueba prenatal invasiva que se efectúa entre las semanas 10 y 14 del embarazo. Se obtienen células de la placenta para analizarlas y descartar la presencia de anomalías cromosómicas y enfermedades hereditarias.
- Análisis de sangre: Permite averiguar el sexo del bebé a partir de la octava semana del embarazo. Además, también se pueden conocer otros datos como su factor sanguíneo (es decir, si su Rh es positivo o negativo) o si padece síndrome de Down.
- Método Ramzi: Con este método se puede conocer el sexo del bebé desde la sexta semana del embarazo, ya que mediante una ecografía se analiza la posición de la placenta en el útero, si está ubicada a la derecha es niño y si está ubicada a la izquierda es niña. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde este método.
Recuerda que, además de conocer el sexo de tu bebé antes de nacer, también es importante asistir a tus citas médicas prenatales para evitar alguna complicación.
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