Conoce qué es el trastorno del espectro autista (TEA), sus principales signos, causas y cómo un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia.
¿Qué es el espectro autista?
El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición neurológica y del desarrollo que afecta la forma en que una persona se comunica, se relaciona con los demás, aprende y se comporta. Aunque puede diagnosticarse en diferentes etapas de la vida, suele detectarse durante los primeros dos años, por lo que se clasifica como un trastorno del desarrollo.
Se denomina “espectro” debido a la variedad de características, necesidades, fortalezas y desafíos que presentan las personas diagnosticadas con autismo. Por ello, es fundamental realizar evaluaciones en la infancia para detectar posibles señales. Consultar con un especialista en desarrollo infantil facilita un diagnóstico preciso y brinda el apoyo necesario desde etapas tempranas.
Aunque no existe una cura para el TEA, una detección oportuna puede hacer una gran diferencia en la vida de los niños.
Causas del espectro autista
Las causas del espectro autista no se atribuyen a un solo factor, sino a una combinación de aspectos genéticos y ambientales:
- Genéticos: El TEA tiene una elevada heredabilidad (entre 60% y 90%) y puede estar relacionado con mutaciones genéticas, síndromes como el de X frágil o Rett, o interrupciones en el desarrollo cerebral.
- Ambientales y biológicos: Incluyen infecciones maternas durante el embarazo, complicaciones en el parto, nacimiento prematuro, exposición a contaminantes o ciertos medicamentos.
- Factores de riesgo adicionales: Tener un hermano con TEA, padres de mayor edad o bajo peso al nacer puede aumentar la probabilidad de presentar el trastorno.
Es importante destacar que no existe evidencia científica válida que vincule las vacunas con el espectro autista, un mito ampliamente refutado.
Signos y síntomas del autismo
El TEA se manifiesta de manera distinta en cada persona, aunque sus signos se agrupan en tres áreas principales.
Dificultades en la comunicación e interacción social:
- Poco contacto visual o falta de respuesta al ser llamado por su nombre
- Dificultad para compartir intereses o emociones
- Retrasos en el habla o uso limitado del lenguaje
- Uso repetitivo de palabras o frases (ecolalia)
- Problemas para iniciar o mantener conversaciones
- Preferencia por jugar solo o poco interés en hacer amigos
Comportamientos e intereses repetitivos:
- Movimientos repetitivos como aleteo de manos, balanceo o caminar en círculos
- Apego intenso a rutinas y resistencia a cambios
- Intereses muy específicos y limitados, como números, fechas o partes de objetos
- Juegos poco creativos o ausencia de juego simbólico
Sensibilidad sensorial y otros signos:
- Reacciones exageradas o nulas a sonidos, luces, texturas o contacto físico
- Preferencias alimentarias extremas o selectividad por textura o color
- Algunos niños pueden presentar retrasos en el desarrollo motor o dificultades de coordinación
El espectro autista puede manifestarse desde los primeros años de vida, generalmente entre los 18 meses y los 2 años, aunque en algunos casos el diagnóstico se realiza más adelante. Debido a la gran variabilidad en síntomas y su intensidad, es fundamental que el diagnóstico sea realizado por un especialista.
La detección temprana permite implementar intervenciones personalizadas que favorecen el desarrollo y mejoran la calidad de vida. Además, muchas personas con TEA presentan habilidades destacadas en áreas como la música, el arte o las matemáticas.
¿Cómo se diagnostica el TEA?
El diagnóstico en niños pequeños es un proceso que suele realizarse en dos etapas:
1. Evaluación del desarrollo: Durante los controles pediátricos regulares (a los 9, 18 y 24 meses), se aplican pruebas de detección del desarrollo, incluyendo tamizajes específicos para autismo.
2. Evaluación diagnóstica completa: Si se detectan señales de alerta, un equipo multidisciplinario —que puede incluir neurólogos, psicólogos y terapeutas del lenguaje— realiza una evaluación detallada con observación directa, entrevistas con los cuidadores y pruebas médicas y cognitivas.
Diagnóstico en niños mayores y adolescentes:
En esta etapa, padres y docentes suelen detectar dificultades en la interacción social, comunicación y comportamiento. La evaluación puede iniciarse en el ámbito escolar y, posteriormente, derivarse a un profesional de la salud especializado en TEA.
Diagnóstico en adultos:
Puede ser más complejo, ya que algunos síntomas se confunden con trastornos como ansiedad o TDAH. La evaluación debe realizarla un especialista, quien revisará la historia del desarrollo, realizará entrevistas clínicas y pruebas específicas.
Niveles de diagnóstico del TEA
El autismo se clasifica según el nivel de apoyo requerido:
Nivel 1: Requiere cierto apoyo; presenta dificultades sociales leves.
Nivel 2: Requiere apoyo considerable; dificultades de comunicación más marcadas.
Nivel 3: Requiere apoyo muy significativo; limitaciones graves en comunicación y comportamiento.
Vivir con espectro autista implica retos, pero también oportunidades. Un diagnóstico oportuno facilita el acceso a apoyos y recursos que mejoran la calidad de vida.
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Fuentes:
- ¿Qué es el trastorno del espectro autiosta? Harvard Health Publishing
https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/what-is-autism-spectrum-disorder? - Trastorno del espectro autista. Mayo Clinic
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/autism-spectrum-disorder/symptoms-causes/syc-20352928 - Trastorno del espectro autista. National Institute of Mental Health
https://www.nimh.nih.gov/health/publications/autism-spectrum-disorder?