Los avances médicos han logrado disminuir las complicaciones.
Los problemas de un embarazo tardío no solo pueden afectar a la madre. Se debe valorar la incidencia en la que el bebé nazca con defectos congénitos como el Síndrome de Down. Cuando la madre supera los 35 años se recomienda un diagnóstico prenatal, con la finalidad de identificar posibles anomalías congénitas.
La amniocentesis es la prueba más común y normalmente se realiza entre las semanas 15 y 20 del embarazo. Consiste en una punción abdominal para extraer el líquido amniótico que rodea el feto y determinar las posibles alteraciones cromosómicas.
Cada mes, es importante que acudas a una valoración médica. Además debes cuidar y vigilar tu peso para que no se presenten problemas como la hipertensión. Algunas pruebas que debe realizarse son:
Los tejidos de las mujeres de 35 años o más son menos flexibles y se alarga el periodo de dilatación, lo que produce una expulsión más lenta que, a su vez, puede provocar sufrimiento para el feto, por lo que es conveniente una cesárea.