Disfonía: Alteraciones en la voz y su tratamiento


La disfonía es un trastorno que afecta la calidad, tono o volumen de la voz, provocando ronquera, fatiga vocal o incluso la pérdida parcial de la voz. 


La disfonía puede ser temporal o crónica y afectar a personas de cualquier edad, en especial a aquellas que usan la voz de manera profesional, como docentes, locutores y cantantes.

Causas de la disfonía

Existen diversas razones por las que una persona puede desarrollar disfonía, entre ellas:

  • Sobreesfuerzo vocal: Uso excesivo o inadecuado de la voz.
  • Infecciones respiratorias: Resfriados, gripe o laringitis.
  • Reflujo gastroesofágico: El ácido del estómago irrita las cuerdas vocales.
  • Pólipos o nódulos en las cuerdas vocales: Pequeñas formaciones benignas que alteran la vibración vocal.
  • Trastornos neurológicos: Enfermedades como el Parkinson pueden afectar la fonación.
  • Factores ambientales: Contaminación, humo del tabaco o aire seco.

Síntomas

Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, dependiendo de la causa. Entre los más comunes están:

  • Ronquera persistente.
  • Dificultad para hablar o proyectar la voz.
  • Sensación de irritación o dolor en la garganta.
  • Fatiga vocal tras hablar por períodos prolongados.
  • Pérdida parcial o total de la voz.

Diagnóstico

El diagnóstico de la disfonía debe ser realizado por un especialista en otorrinolaringología o un foniatra, quienes pueden emplear técnicas como:

  • Laringoscopia: Para examinar el estado de las cuerdas vocales.
  • Evaluaciones auditivas: Para analizar la calidad de la voz.
  • Historial clínico: Para determinar posibles factores desencadenantes.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa de la disfonía y puede incluir:

  • Reposo vocal: Evitar el uso excesivo de la voz.
  • Hidratación adecuada: Beber suficiente agua y evitar sustancias irritantes como el alcohol y la cafeína.
  • Terapia de rehabilitación vocal: Ejercicios guiados por un foniatra para mejorar la técnica vocal.
  • Medicamentos: En casos de inflamación o reflujo, pueden recetarse antiinflamatorios o inhibidores de la acidez gástrica.
  • Cirugía: En casos graves, como la presencia de nódulos grandes o pólipos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

Prevención

Para evitar la disfonía y mantener una voz saludable, se recomienda:

  • No forzar la voz ni gritar en exceso.
  • Mantener una correcta hidratación.
  • Realizar calentamiento vocal antes de hablar por períodos prolongados.
  • Evitar el tabaco y la exposición a ambientes con humo o polvo.
  • Consultar a un especialista ante cualquier cambio persistente en la voz.

La disfonía es un problema frecuente que puede afectar la calidad de vida y la comunicación. Su diagnóstico y tratamiento oportuno permiten mejorar la salud vocal y prevenir complicaciones. Adoptar hábitos adecuados y cuidar la voz es esencial, especialmente para quienes dependen de ella en su vida profesional.

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