La diabetes en México afecta a todos los niveles socioeconómicos, estadísticamente se encuentra en el segundo lugar de morbimortalidad de acuerdo al INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) por debajo de las enfermedades del corazón.
La diabetes afecta a 531 millones de personas en el mundo, según datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID), y se estima que en 2030 el número aumente a 643 millones, y para 2050 la cifra podría llegar a 1,300 millones.
En nuestro país, el 18.3 % de la población (14.6 millones) tiene diabetes. En 2018, la prevalencia era del 16.8 %, por lo que en cuatro años el incremento fue del 1.5 %. En cuanto a la prediabetes o resistencia a la insulina, la prevalencia es del 22 % a nivel nacional. Actualmente en México, 12 millones 400 mil personas padecen diabetes.
La diabetes es una enfermedad metabólica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre, también conocida como azúcar en sangre, y se clasifica en diabetes tipo 1 y 2. La primera se distingue por ser insulino-dependiente, ya que el páncreas no cumple adecuadamente su función.
En cambio, la diabetes tipo 2, la más común, se caracteriza por un funcionamiento parcial del páncreas, lo que requiere tratamiento médico o incluso el uso de insulina. También existen otras formas de diabetes, como la gestacional y la resistencia a la insulina, ambas con consecuencias en corto y largo plazo que pueden generar daños significativos en el corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
Es importante mencionar que no es una justificación para que una persona de determinado nivel socioeconómico o cultural adopte hábitos alimenticios inapropiados. Más bien se requiere información accesible para desarrollar un hábito higiénico dietético adecuado. También es verdad que si la adherencia al tratamiento es reducida, habrá un menor control de la enfermedad. Lamentablemente más del 60 % de la población no mantiene niveles adecuados de glucosa, es decir, de hemoglobina glucosilada.
Tecnología especializada
Hoy día, el uso de tecnología se ha convertido en uno de los pilares esenciales en la atención a los pacientes con diabetes. Se emplean diversas herramientas que contribuyen significativamente a la calidad de vida de estas pacientes en su día a día.
Dentro de estas tecnologías, destacan los sensores de glucosa que facilitan un monitoreo constante de los niveles de glucosa tanto para el médico como para el paciente, en cualquier momento del día. Estos sistemas realizan más de 288 mediciones en un periodo de 24 horas, generando alertas que permiten al paciente identificar los alimentos o estímulos que provocan aumentos en sus niveles de glucosa.
Por otro lado, las bombas de insulina o los sistemas de infusión subcutánea continua de insulina son dispositivos integrados que, a través de algoritmos especializados, se ajustan según las necesidades individuales del paciente. Estos sistemas suministran la cantidad precisa de insulina requerida, lo que posibilita prever episodios de hipoglucemia o hiperglucemia (como en los sistemas de páncreas artificial), al estar conectados a un sensor con un sistema de alertas.
Gracias a esta tecnología, el paciente puede controlar de manera más efectiva su enfermedad, lo que en un periodo breve de tiempo puede prevenir la aparición de complicaciones crónicas que afectan tanto a nivel funcional como emocional en aquellos que padecen diabetes. Es esencial destacar que la educación en diabetes y la parte nutricional se complementan de manera ideal para lograr este control óptimo.
Considerando que la diabetes mellitus bien controlada permite que estos pacientes lleven una buena calidad de vida, en el Hospital Angeles Universidad contamos con las herramientas de educación en diabetes y tecnología en apoyo a los pacientes que la padecen con atención de calidad y calidez, características distintivas de nuestro servicio.