Durante el embarazo, es común que la futura madre experimente contracciones uterinas llamadas contracciones de Braxton Hicks, también conocidas como falsas contracciones. Estas señales del cuerpo son una forma de preparación natural para el trabajo de parto. Conoce qué son, por qué ocurren y cómo distinguirlas de las contracciones reales del parto.
¿Qué son las contracciones de Braxton Hicks?
Las contracciones de Braxton Hicks, también conocidas como contracciones prodrómicas o falsas contracciones, son contracciones uterinas que muchas mujeres embarazadas presentan antes del alumbramiento. Se manifiestan como una sensación de endurecimiento en el abdomen, y suelen producirse durante el segundo o tercer trimestre de gestación. Estas contracciones son una señal de que el cuerpo se prepara para el trabajo de parto, aunque no significa que este haya comenzado.
Por lo general, no son dolorosas, pero pueden resultar molestas e irregulares. Su función principal es ayudar a la formación del segmento uterino inferior y a la maduración del cuello uterino, lo que facilita la dilatación en el momento del nacimiento.
¿Cuál es la diferencia entre las contracciones de Braxton Hicks y las contracciones reales de parto?
Durante el embarazo pueden presentarse diferentes tipos de contracciones uterinas, dependiendo de las semanas de gestación. En las primeras 30 semanas, es común experimentar las de Braxton Hicks. A medida que se acerca la fecha del nacimiento, comienzan las contracciones reales de parto, las cuales se caracterizan por ser rítmicas y más intensas.
- Contracciones de Braxton Hicks: Son contracciones uterinas irregulares y de intensidad variable que duran alrededor de 30 segundos y ocurren con menor frecuencia de una cada 10 minutos. A partir de la semana 30 de embarazo, pueden aumentar en intensidad, aunque siguen siendo desordenadas.
- Contracciones de parto: A diferencia de las anteriores, las contracciones reales de parto son rítmicas, frecuentes y más dolorosas. Se presentan con una frecuencia aproximada de 3 cada 10 minutos y su intensidad aumenta con el tiempo. El abdomen se vuelve duro, acompañado de un dolor fuerte en la zona suprapúbica.

Las contracciones de Braxton Hicks generalmente no representan un riesgo. Sin embargo, si comienzan a sentirse antes de la semana 37 del embarazo —especialmente antes de la semana 35— y aumentan en frecuencia o intensidad, es importante acudir de inmediato con el ginecólogo. Estos síntomas podrían confundirse con signos de un parto prematuro, por lo que una valoración médica oportuna es fundamental para el bienestar del bebé y de la madre.
¿Cuáles son los factores de riesgo y cómo aliviar las contracciones?
No todas las mujeres embarazadas experimentan contracciones de Braxton Hicks. Existen ciertos factores que pueden favorecer su aparición, como la deshidratación, las relaciones sexuales, levantar objetos pesados, tener la vejiga llena o realizar mucha actividad física.
Para aliviarlas y sentirte más cómoda durante estas falsas contracciones, puedes poner en práctica las siguientes recomendaciones:
- Camina o muévete si has permanecido mucho tiempo sentada
- Si has estado activa, acuéstate y descansa un momento
- Mantente bien hidratada a lo largo del día
- Come un pequeño refrigerio
- Vacía la vejiga si tienes ganas de orinar
- Realiza una actividad relajante, como leer un libro y tomar un baño
Si presentas sangrado vaginal de color rojo brillante, fuga de líquido, contracciones intensas cada cinco minutos durante una hora o contracciones que te impidan caminar o hablar, acude de inmediato con tu ginecólogo.
Fuentes:
1.Contracciones de Braxton Hicks. Cleveland Clinic.
https://my.clevelandclinic.org/health/symptoms/22965-braxton-hicks
2.Contracciones en el embarazo. Clínica Universidad de Navarra.
https://www.cun.es/chequeos-salud/embarazo/contracciones-embarazo
3.Braxton Hicks Contractions. National Library of Medicine.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK470546




