Es importante buscar atención médica si experimentas síntomas graves.
Aunque a menudo se asocia con accidentes automovilísticos, el esguince cervical puede ocurrir en diversas situaciones, como caídas, lesiones deportivas o eventos traumáticos similares.
Los ligamentos son tejidos que conectan los huesos entre sí y proporcionan estabilidad a las articulaciones. Cuando hay un estiramiento excesivo, una torsión o una fuerza violenta aplicada a los ligamentos del cuello, puede provocar un esguince cervical.
El esguince cervical puede variar en gravedad desde leve hasta grave, dependiendo de la cantidad de daño a los ligamentos. Los síntomas comunes de un esguince cervical son:
El diagnóstico de un esguince cervical generalmente se realiza mediante la evaluación clínica médica, que puede incluir pruebas de movimiento. En algunos casos se pueden requerir estudios de imágenes, como radiografías o resonancias magnéticas, para descartar lesiones más graves en la columna vertebral.
El tratamiento del esguince cervical suele ser conservador e incluir:
Evitar situaciones de riesgo, como prácticas deportivas inseguras y el uso adecuado de dispositivos de seguridad en automóviles, puede reducir las posibilidades de sufrirlo.
El esguince cervical, aunque común, requiere una atención adecuada para prevenir complicaciones a largo plazo. La pronta intervención médica y el seguimiento de las recomendaciones son fundamentales para una recuperación exitosa. En casos de síntomas graves, se debe buscar atención médica inmediata para descartar lesiones más graves en la columna vertebral.