El vértigo es un síntoma, no una enfermedad. Su causa principal son alteraciones del oído interno. Afecta más a mujeres que a hombres. Incluso los niños también lo pueden presentar, aunque su mayor prevalencia es a partir de los 65 años.
El motivo primordial por el que las personas requieren atención médica es por la inestabilidad que el vértigo puede provocar, es decir, una sensación de que los objetos giran a su alrededor, lo que puede impedir realizar las actividades cotidianas. Esto se puede presentar de manera aislada, recurrente o de forma crónica.
En realidad los síntomas provocados por el vértigo son difíciles de explicar, algunas personas los describen como: sensación de flotación o de desmayo, inestabilidad al caminar y miedo de caer. En ocasiones también se presentan náuseas, vómito y disminución auditiva.
Diferencias con el mareo
Este trastorno del equilibrio se puede confundir con un mareo, que produce sensación de vacío en la cabeza, inestabilidad o dificultad de mantenerse de pie o caminar o sensación de desequilibrio debido a movimientos repentinos como viajar en automóvil.
El vértigo es un indicativo de que algo no anda bien concretamente en nuestro oído interno o en las conexiones del mismo con el sistema nervioso central del cerebro, por lo que es muy diferente al mareo y de distinta gravedad, de ahí la importancia de obtener un diagnóstico preciso.
Tipos de vértigo
Es importante mencionar que el sistema vestibular es el encargado de mantener el equilibrio, y se encuentra formado por un laberinto posterior, dependiendo la zona dañada se presenta el tipo del vértigo: periférico, central o mixto, este último es una combinación de los dos primeros y , por consiguiente, el más complicado.
El vértigo periférico es el más frecuente y puede causar presión y dolor en el oído, pérdida de audición y zumbidos. En tanto, el vértigo central puede generar visión doble, dolores de cabeza intensos y se presenta en determinadas posturas del paciente.
Las causas del vértigo son diversas. Entre las más comunes se encuentran las infecciones de oído, tumores en el nervio vestibular, traumatismo craneoencefálicos o enfermedades neurodegenerativas. Sus síntomas pueden durar desde segundos hasta horas o semanas, dependiendo dónde se localice la lesión.
Para su diagnóstico, los casos de vértigo requieren una historia clínica y una exploración auditiva y del equilibrio. Asimismo se puede realizar una resonancia magnética cerebral. Una vez detectada la causa, se establece el tratamiento para controlar o eliminar definitivamente el problema.