El síndrome metabólico es el término utilizado para denominar al conjunto de factores de riesgo metabólico en un paciente, los cuales aumentan la posibilidad de padecer problemas cardiacos, cerebrales y diabetes.
Se considera que una persona padece síndrome metabólico si tiene exceso de grasa abdominal, hipertensión, niveles elevados de azúcar y triglicéridos en sangre y colesterol HDL bajo. Si presenta por lo menos tres de estos factores, es posible que tenga síndrome metabólico, por lo que requiere tratamiento médico.
¿Cuáles son sus causas?
La presencia del síndrome metabólico puede ser un indicador de que el cuerpo tiene resistencia a la insulina. Esto significa que el organismo necesita más de esta hormona para su buen funcionando, ya que la insulina tiene influencia metabólica en los alimentos que consumimos, sobre todo en los azúcares o carbohidratos, por lo que sin ella no pueden ser aprovechados y, además, dar paso a la diabetes.
La causa exacta se desconoce, pero entre las condiciones más importantes que contribuyen a su aparición se encuentran: factores genéticos, exceso de grasa abdominal y falta de ejercicio (sedentarismo).
¿Quiénes están en riesgo de padecerlo?
En la actualidad muchas personas llevan un estilo de vida poco saludable, sobre todo en la manera de comer. La obesidad es un problema serio de salud no solo en los países desarrollados.
La prevalencia del síndrome metabólico se incrementa en edades avanzadas; no obstante, puede comenzar a desarrollarse durante la infancia y adolescencia, ya que la obesidad actualmente está afectando más a la población joven.
Es importante evitar la mala alimentación basada en comida chatarra y escaso consumo de frutas y verduras. Además, la falta de actividad física logra que los niños estén bajo la amenaza constante de la obesidad y todas sus complicaciones.
El mayor problema radica en que la mayoría de las personas con síndrome metabólico pueden sentirse saludables y no presentar síntomas, sin embargo, el riesgo de desarrollar enfermedades graves está latente.
Es importante considerar que la diabetes no es el único peligro que plantea el síndrome metabólico. Este trastorno es como una bomba de tiempo, pues también está estrechamente relacionado con la aterosclerosis y se ha comprobado que las personas que lo padecen tienen un mayor riesgo a tener un infarto o un accidente cerebrovascular.
¿Cómo prevenirlo?
La mayoría de los factores de riesgo pueden ser controlables. Cuidar el peso corporal y realizar actividad física es la mejor forma de prevención. Las personas deben evitar el sedentarismo y tener una dieta equilibrada (compuesta por pescado, frutas, verduras y carnes blancas, sin grasas saturadas) para tener una vida sana.
Asimismo, el diagnóstico temprano permite realizar importantes cambios en el estilo de vida, antes de que se desarrollen complicaciones serias. Una revisión médica periódica es fundamental.
Tratamiento
La mejor forma de manejar esta condición es aumentando la actividad física y bajando de peso. De igual manera se pueden utilizar medicamentos para controlar los factores de riesgo, es decir, el tratamiento se debe basar en la prevención de la diabetes y problemas cardiovasculares, así como el control de la presión sanguínea, niveles de colesterol y triglicéridos.
Si una persona es propensa a padecer síndrome metabólico, debe acudir con un especialista para que le efectúe los exámenes pertinentes y obtener un diagnóstico exacto, así como determinar el tratamiento más apropiado.
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