La osteoartritis representa actualmente un problema de salud pública en México, al ocupar el cuarto lugar entre los padecimientos ortopédicos, además de afectar principalmente a los personas mayores de 65 años.
La osteoartritis es el desgaste que se produce en las articulaciones por el uso excesivo de las mismas y se presenta con mayor frecuencia en personas con actividades que requieren de estar en posiciones fijas, como la de tipo secretarial, diseñadores, arquitectos, o que trabajan por tiempos prolongados frente la computadora, así como en los choferes que recorren largos caminos.
A partir de los cuarenta años el ser humano empieza a sufrir un desgaste de todas las estructuras de su cuerpo, lo cual se acelera cuando se le agregan factores o actividades de gran esfuerzo.
Este padecimiento también puede ser de origen hereditario; sin embargo, esta posibilidad solo ocurre entre el 10 y 15 % de los casos, además de no afectar a la población infantil, aunque puede presentarse en adultos jóvenes.
Síntomas de la osteoartritis
Las articulaciones más afectadas son la cadera, la rodilla y la columna lumbar. Los principales síntomas son:
- Dolor al usar la articulación
- Rigidez muscular (especialmente en la mañana)
- Deformidades en la articulación
- Inflamación
- Incapacidad funcional (el paciente no puede caminar, cojea o tiene dificultad para realizar una actividad que requiera esfuerzo)
- Sensación de que la articulación está floja o inestable
¿Cómo se diagnóstica?
El médico realiza un exámen físico al paciente para revisar la flexibilidad, la sensibilidad o la inflamación de la articulación. Asimismo se pueden requerir estudios de imagen como:
- Radiografías: Ver si hay pérdida de cartílago entre los huesos de la articulación.
- Imágenes por resonancia magnética (RM): Proporciona imágenes detalladas de los huesos, los tejidos blandos y el cartílago, lo que puede ayudar en problemas más complejos.
De igual forma existen otras pruebas complementarias que pueden dar información importante:
- Análisis de sangre: Para descartar que el dolor provenga de otro padecimiento como la artritis reumatoide.
- Análisis del líquido sinovial: Indica la presencia de padecimientos que pueden afectar la estructura o función de las articulaciones.
Tratamiento
El tratamiento para este padecimiento se enfoca en la prescripción de diversos fármacos que ayudan a reducir el dolor, por ejemplo: cuando la osteoartritis se encuentra en etapas iniciales se utilizan antiinflamatorios, junto con ejercicios para fortalecer los músculos que están alrededor de la articulación.
Cuando existe un desgaste crónico se puede sustituir la articulación por una prótesis que ayuda a que la persona tenga una notable mejoría, aunque estas pueden llegar a desgastarse con el tiempo, por lo que se tendría que reemplazar.
¿Cómo prevenir la osteoartritis?
La forma de prevenir este padecimiento debe empezar desde la infancia, ya que las personas deben aprender que el cuerpo humano es una estructura con una determinada resistencia y capacidad, por lo que es necesario realizar ejercicio moderado para dar mantenimiento a las articulaciones y, por ende, evitar un desgaste acelerado.
Practicar deportes como la natación ayuda a personas que padecen esta enfermedad, ya que fortalece todos los grupos musculares y tiene un impacto mínimo en las articulaciones.
Por otro lado, es importante mantener un peso corporal adecuado, ya que el sobrepeso está relacionado con el desgaste de las articulaciones, sobre todo de tobillos, rodillas, cadera y columna, debido a que hay un soporte de carga adicional.
Osteoartritis y artritis reumatoide
La osteoartritis es la forma más común de artritis y se presenta mayormente en adultos mayores ya que el cartílago que cubre las articulaciones se desgasta conforme pasan los años, a diferencia de la artritis reumatoide, que es una enfermedad autoinmune y ocurre cuando el sistema inmunitario ataca los tejidos que recubren las articulaciones. Es más común en mujeres y personas de mediana edad.