Hernia inguinoescrotal: ¿Cómo la puedo identificar?

Una hernia inguinoescrotal es una protrusión de tejido a través de una abertura débil o desgarrada en la pared abdominal, que se extiende hacia el área inguinal y, en algunos casos, llega al escroto. 

Esta condición ocurre cuando los órganos internos, como el intestino, sobresalen a través de la pared muscular y se manifiestan como una protuberancia visible o palpable en la región inguinal o escrotal.

• Protuberancia palpable: El síntoma más evidente de una hernia inguinoescrotal es la presencia de una protuberancia en el área afectada. Esta puede variar en tamaño y puede ser más evidente al realizar actividades que aumenten la presión abdominal, como levantar objetos pesados o realizar esfuerzos físicos.
• Dolor o molestia: Muchas personas con hernias inguinoescrotales experimentan molestias o dolor en la región afectada. El malestar puede intensificarse al realizar esfuerzos, pero en algunos casos, la hernia puede ser asintomática.
• Sensación de pesadez: Algunos individuos pueden experimentar una sensación de pesadez en el área inguinoescrotal, especialmente después de períodos prolongados de pie o actividad física.
• Cambios en la piel: En casos más avanzados, la piel sobre la hernia puede volverse enrojecida o irritada. En situaciones extremas, puede ocurrir estrangulación, en la que el suministro de sangre al tejido herniado se ve comprometido, lo que requiere atención médica inmediata.

El diagnóstico de una hernia inguinoescrotal generalmente se realiza a través de una combinación de evaluación clínica, historial médico y, en algunos casos, pruebas de imagen. Aquí se describe el proceso típico de diagnóstico:

Examen físico 

• El médico realizará un examen físico detallado, centrándose en la zona inguinoescrotal. Durante este examen, el paciente puede ser solicitado para toser o realizar esfuerzos, ya que esto puede hacer que la hernia sea más evidente.
• La presencia de una protuberancia o masa palpable en la región inguinal o escrotal es un indicativo clave de una hernia inguinoescrotal

Historial médico

• Se recopila información detallada sobre los síntomas experimentados, su duración y cualquier factor desencadenante.
• Antecedentes médicos, incluidas cirugías abdominales anteriores y condiciones de salud relacionadas con la hernia, también serán considerados.

Pruebas de imagen

• En algunos casos, se pueden utilizar pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la hernia. Las opciones incluyen ecografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM).
• Estas pruebas pueden proporcionar información más detallada sobre la ubicación de la hernia, el tamaño y si hay complicaciones, como la estrangulación de la hernia.

Estudio clínico especializado

• En algunos casos, especialmente si el diagnóstico no es claro, se puede derivar al paciente a un especialista, como un cirujano general o un especialista en hernias, para una evaluación más especializada.

Es importante señalar que el diagnóstico temprano y preciso de una hernia inguinoescrotal es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado.

El tratamiento de la hernia inguinoescrotal puede variar según la gravedad y presencia de síntomas. Algunas opciones comunes de tratamiento son:

Observación cautelosa

• En casos de hernias pequeñas o asintomáticas, el médico puede optar por una estrategia de "esperar y observar". Esto implica monitorear la hernia regularmente para detectar cambios en tamaño o síntomas

Uso de soportes o fajas herniarias

• En algunos casos, especialmente cuando la cirugía no es inmediatamente posible o recomendada, se puede recetar el uso de fajas herniarias. Estos dispositivos de soporte pueden ayudar a contener la hernia y reducir los síntomas.

Cambio en el estilo de vida

• Modificar ciertos hábitos de vida, como evitar levantar objetos pesados, mantener un peso saludable y practicar ejercicios que fortalezcan los músculos abdominales, puede ayudar a reducir la presión en la zona afectada y prevenir la progresión de la hernia.

Cirugía

• La cirugía es a menudo el tratamiento más efectivo para las hernias inguinoescrotales, especialmente si presentan síntomas o presentan riesgo de complicaciones como la estrangulación. Durante la cirugía, el cirujano repara la abertura en la pared abdominal y devolverá los órganos a su posición normal.
• Se pueden utilizar diferentes técnicas quirúrgicas, como la reparación abierta o la reparación laparoscópica, y la elección dependerá de varios factores, incluida la gravedad de la hernia y las preferencias del cirujano.

Tratamiento de complicaciones

• En casos de complicaciones, como la estrangulación de la hernia (cuando el suministro de sangre al tejido herniado se ve comprometido), se requiere tratamiento de emergencia y la cirugía se realizará de inmediato.

La decisión sobre el tratamiento dependerá de la evaluación del médico, la edad del paciente, las condiciones médicas preexistentes y la preferencia del paciente. Es fundamental buscar atención médica si se experimentan síntomas de una hernia o si se detecta una protuberancia en la región inguinoescrotal.

En cualquier caso, el tratamiento de una hernia inguinoescrotal debe ser individualizado. La cirugía suele ser exitosa en la reparación de la hernia y la prevención de complicaciones a largo plazo, pero la elección del tratamiento dependerá de la situación específica de cada paciente.

Si bien no siempre se pueden prevenir las hernias inguinoescrotales, algunos consejos pueden ayudar a reducir el riesgo, como evitar levantar objetos pesados de manera incorrecta, mantener un peso saludable y fortalecer los músculos abdominales a través del ejercicio regular.

Una hernia inguinoescrotal es una afección que requiere atención médica para su manejo adecuado. Si se experimentan síntomas sospechosos, es fundamental buscar la orientación de un profesional de la salud para recibir un diagnóstico preciso y determinar el plan de tratamiento más adecuado.

Hospital Angeles Health System