Las personas que padecen hipotensión presentan una presión arterial demasiado baja, es decir, su tensión sanguínea se encuentra por debajo de lo requerido para el buen funcionamiento del metabolismo.
Suele observarse en pacientes que no presentan ninguna alteración aparente, pero que esta condición les puede provocar síntomas como mareo e, incluso, desvanecimientos.
Anteriormente, la hipotensión no se consideraba un trastorno importante, pero es todo lo contrario. De hecho, la gente en ocasiones piensa que tener la presión baja es un seguro de vida. Sin embargo, una situación de hipotensión puede causar problemas graves, como una arritmia o un ataque cardiaco.
¿Alta o baja?
La presión de la sangre cuando sale del corazón y circula por todo el organismo debe ser lo suficientemente alta para llevar oxígeno y nutrientes a las células y extraer de ellas los productos de desecho, pero la presión demasiado elevada (hipertensión) puede provocar otras complicaciones.
Por otra parte, si la presión es demasiado baja (hipotensión) no proporciona suficiente oxígeno y nutrientes a las células, ni puede extraer los desechos, lo que también puede provocar trastornos serios a la salud.
La presión sanguínea normal debe ser 120/80 mm Hg. (milímetros de mercurio), sin embargo, lo que para una persona podría ser una presión arterial baja, para otra puede ser normal. Se considera hipotensión cuando la presión es inferior a 90/60 mm Hg.
El factor más importante es observar cómo varía la presión en base a su condición normal. Un descenso de 30 mm Hg. o más, se puede considerar una presión arterial baja.
Síntomas y causas
La hipotensión suele manifestarse con diversos síntomas, tales como:
- Sensación de mareo
- Vértigo
- Fatiga
- Visión borrosa
- Frío en las extremidades
En varios casos puede provocar un desmayo o pérdida de la conciencia. En algunas ocasiones la presión baja se produce al cambiarnos de una posición horizontal a una vertical, o al levantarnos bruscamente.
Cuando nos ponemos de pie, nuestro sistema circulatorio se activa para que la sangre fluya con normalidad y llegue sin dificultad al cerebro. Ciertas personas, al incorporarse, pueden sufrir una bajada de presión sanguínea transitoria. A este tipo de hipotensión se le llama postural. Si la bajada de presión resulta muy importante, puede causar un síncope o desvanecimiento.
En este caso, es necesario mantener a la persona en posición horizontal y elevar sus piernas, procurando que la cabeza permanezca en una posición más baja para que la sangre llegue al cerebro con mayor facilidad.
Para prevenirlo, la persona debe procurar ponerse de pie o cambiar de posición siempre con lentitud, en especial cuando vaya a girar el cuerpo o levantarse. También es conveniente que antes de levantarse por la mañana, la gente permanezca sentada unos minutos al borde de la cama.
Diagnóstico y tratamiento
Además de la toma de la presión arterial por medio de un baumanómetro, en algunas ocasiones es necesario realizar algunos exámenes para diagnosticar las causas exactas de la hipotensión arterial, como:
- Estudio sanguíneo
- Cultivos
- Electrocardiograma
- Análisis de orina
- Rayos Xde abdomen y tórax
Es conveniente llevar un registro personal de la presión sanguínea para conocer los niveles y así controlarla de una mejor manera.
Si la hipotensión es asintomática o provoca síntomas leves, rara vez requiere tratamiento, aunque es recomendable consultar al médico para descartar causas de la presión baja.
En caso de que se presenten síntomas más graves, el tratamiento dependerá de la causa. Por ejemplo, si la causa es un medicamento, el médico podría recomendar ajustar la dosis o sustituirlo por otro.
Asimismo, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir los síntomas, como:
- Aumentar la ingesta de agua.
- Incrementar el consumo de sal, ya que esta puede ayudar a elevar la tensión arterial. Sin embargo, siempre es importante consultarlo con un especialista.
- Usar medias de compresión.
- Tomar los medicamentos que recete el médico.
La hipotensión puede ser un problema médico complejo que requiere evaluación y manejo por parte de un profesional de la salud. Si experimentas síntomas de hipotensión de manera recurrente o si tus síntomas son graves, es importante buscar atención médica para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.