La depresión posparto, también conocida como “posnatal”, es uno de los trastornos más conocidos por las mujeres durante el puerperio, pero también es uno de los más invalidados.
La depresión posparto suele presentarse en las primeras semanas después del nacimiento del bebé y puede extenderse varios meses.
Los síntomas de la depresión posparto coinciden en muchas ocasiones con las sensaciones características de traer una nueva vida al mundo: ansiedad, cambios de humor, cansancio, sensación de estar haciendo mal las cosas, aislamiento por pasar más tiempo con el bebé y cambios en el peso.
La familia, amigos, pareja, hijos mayores, incluso la madre misma, esperan un comportamiento de las nuevas madres, y la presión por lograr estas expectativas (generalmente poco realistas), aunado a las dificultades físicas de haber dado a luz recientemente, hacen la mezcla perfecta para sentir angustia, cansancio y, sobre todo, culpa, lo cual puede potenciar los síntomas depresivos y pasar de ser simplemente rasgos pasajeros a ser un trastorno.
De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-5, la depresión posparto está catalogada como un trastorno depresivo mayor e incluye síntomas como:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día y casi todos los días.
- Disminución de placer o interés en actividades que antes disfrutabas.
- Cambios en el peso o apetito.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o enlentecimiento psicomotor.
- Pérdida de energía.
- Sentimientos de culpa o inutilidad.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
- Pensamientos de muerte o suicidio.
Si presentas cinco o más de los síntomas se recomienda acudir a un profesional de la salud mental, ya sea psicólogo o psiquiatra, para evaluar tu caso, ya que la intensidad y gravedad puede variar de persona a persona al igual que el tratamiento a seguir.
Dar a luz no es tarea fácil, requiere esfuerzo físico, mental y emocional, lo cual puede hacerte sentir frustrada y angustiada. No invalides tu sentir, recuerda que para que tu bebé esté bien, tú necesitas estarlo también, y para ayudarte a lograrlo, están los profesionales de la salud mental.