La apendicitis es una enfermedad en la que ocurre una obstrucción mecánica del apéndice, ya sea por aumento del tejido linfoide, o la presencia de un cuerpo extraño o un fecalito (materia fecal).
Al obstruirse el apéndice se sigue produciendo moco en su interior, y al no tener cómo salir, aumenta la presión. Este aumento de presión es tan grande que ocluye los vasos sanguíneos ocasionando un edema (hinchazón), isquemia (pérdida del riego sanguíneo) y necrosis (muerte del tejido) del apéndice.
Cuando no se trata a tiempo puede llegar a perforarse y dejar salir bacterias a la cavidad abdominal, ocasionando la llamada peritonitis, que es la inflamación o ruptura por infección de la membrana que cubre los órganos abdominales (peritoneo).
Síntomas
La apendicitis puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más común entre los 9 y 15 años. Los siguientes síntomas generalmente se presentan en este orden:
1. Dolor abdominal que inicia alrededor del ombligo. Después de 6 horas el dolor migra hacia el lado derecho del abdomen inferior, y va incrementando la intensidad hasta hacerse intolerable (duele incluso o pasar un tope en auto).
2. Náusea y vómito.
3. Fiebre: En un inicio es leve, pero si el cuadro evoluciona puede ser alta.
4. Disminuye el apetito.
Tratamiento
El tiempo de evolución de la apendicitis va a determinar la gravedad, por lo que es importante no automedicar a los niños cuando hay dolor abdominal, ya que esto puede enmascarar los síntomas y hacer que el diagnóstico se retrase. Es necesario llevarlos a que los revise su pediatra ante cualquier dolor abdominal intenso, y más si se acompaña de fiebre y vómito.
El tratamiento incluye la administración de antibióticos y cirugía para la resección (extirpación) del apéndice inflamado.
En general la evolución es buena y rápida si se detecta a tiempo, pero cuando el diagnóstico es tardío puede ocasionar peritonitis y requerir un tiempo de hospitalización más prolongado.