¿Cuáles son los síntomas de la migraña en niños?

La migraña puede iniciar desde la infancia y su mayor incidencia se presenta en la pubertad (entre los 10 y 15 años), etapa en la que se hacen más frecuentes los dolores de cabeza intensos, de tipo pulsátil, unilateral, y en ocasiones acompañados de trastornos en la visión, náuseas y vómitos, manifestaciones que se agudizan con el ruido y la luz, lo que puede incapacitar al niño o joven a realizar sus actividades diarias.

Se cree que el porcentaje es mucho mayor, porque generalmente se diagnostican y tratan como cefalea crónica o como un síntoma de parasitosis, anemia, trastornos en la alimentación, problemas de personalidad o déficit de atención.

Los padres de familia deben llevar a sus hijos al médico si los dolores de cabeza son recurrentes, es decir, si se presentan cada tercer día o con frecuencia en un lapso de quince días, o que incluso no desaparezcan con la administración de analgésicos. 

Es importante descartar si se trata de migraña u otra enfermedad más grave, como tumores cerebrales, alteraciones en el flujo del líquido cefalorraquídeo y malformaciones intracraneales.

Signos de alarma

Algunos signos de alarma que pueden ayudar a detectar a tiempo la migraña son, en términos generales, que el niño se queje de dolores de cabeza recurrentes o tendencia repentina a aislarse, encerrarse en su cuarto, no querer jugar o dejar de hacerlo.

Puede que los niños pequeños se agarren la cabeza debido al dolor y sienten náuseas; en cambio los adolescentes refieren dolor de la mitad de la cabeza (en la parte de enfrente), sensibilidad a la luz y el ruido, y presentan visión borrosa.

Existen dos tipos de migraña: la común, que se representa en el 70 % de los casos y se caracteriza porque el dolor de cabeza aparece lentamente y empeora con el mínimo movimiento o ruido, además con frecuencia se acompaña de náuseas y vómito.

La migraña clásica (con aura) presenta síntomas aproximadamente unos 20 minutos antes de que inicie el dolor de cabeza y se manifiesta con hormigueo, entumecimiento y debilidad de las extremidades o en la mitad de la cara, así como trastornos en la visión (se ven luces brillantes).

Detonantes

El riesgo de padecerla se incrementa hasta en 80% cuando algún miembro de la familia la ha presentado. Las principales situaciones que pueden desencadenar la migraña en niños son:

  • Falta de sueño.
  • Uso excesivo de la televisión, consolas de videojuegos, teléfonos u ordenadores.
  • Estrés o ansiedad.
  • Consumo excesivo de refrescos con cafeína.
  • Deshidratación.
  • Mala alimentación o saltarse comidas.
  • En el caso de las niñas, cambios hormonales.
  • Problemas de visión.
  • Ruidos y olores fuertes.
  • Efectos secundarios por algún medicamento.

Tratamiento

En caso de que el dolor no sea tan fuerte y que no interfiera con las actividades del menor, no es necesario recurrir a los medicamentos, sino más bien dejarlo descansar en un lugar donde no haya luz y sea silencioso. Colocar una compresa a temperatura ambiente sobre la frente también puede ser de gran ayuda. Si el dolor no cede, probablemente el médico le recetará un medicamento.

La alimentación tiene un papel importante; se recomienda disminuir el consumo de alimentos industrializados.

Prevención

Al igual que en otras enfermedades, llevar una alimentación equilibrada, no saltarse comidas, dormir las horas suficientes y hacer uso responsable de los aparatos electrónicos, pueden reducir la posibilidades de que los niños presenten migraña o en dado caso, disminuir el efecto de los síntomas.

Hospital Angeles Health System

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