Una de nuestras enfermeras del Hospital Angeles Metropolitano, quien sobrevivió al cáncer de mama, nos cuenta que cuando se realizó una mastografía de rutina, le detectaron una pequeña bolita. El resultado: cáncer.
“En el momento en que me dieron el diagnóstico me derrumbé, sentí que todo se acababa… tenía cáncer y no sabía si iba a sobrevivir. Lo único que me preocupaba era mi familia y el desgaste físico por el que seguramente iba a pasar. Pensé que este proceso que realizo todos los días en mi trabajo con mis pacientes, ahora me tocaba vivirlo”
Actualmente se encuentra libre de cáncer. Cada año realiza sus estudios correspondientes y todos los días les recuerda a sus pacientes: “quiérete, tócate y ámate”.