¿Qué es la tendinitis y cuáles son sus causas?

La tendinitis es una afección común que implica la inflamación o irritación de un tendón, que es el tejido fibroso que conecta los músculos con los huesos. 

Este problema se presenta cuando un tendón se sobrecarga por el uso repetitivo o una lesión, lo que resulta en dolor y sensibilidad en la zona afectada. La tendinitis puede ocurrir en cualquier tendón del cuerpo, pero es más frecuente en áreas como los hombros, codos, muñecas, rodillas y talones.

¿Qué es la tendinitis?

Los tendones son estructuras resistentes pero flexibles que permiten el movimiento entre los músculos y los huesos. Cuando estos tendones se someten a un uso excesivo o movimientos repetitivos, se produce una inflamación que lleva a la tendinitis. En la mayoría de los casos, esta condición se presenta como un dolor agudo o una sensación de rigidez en la zona afectada.

La tendinitis puede variar en gravedad, desde una inflamación leve hasta un daño crónico que requiere tratamiento prolongado. En casos crónicos, la afección puede evolucionar hacia una tendinosis, que es el desgaste del tendón, lo que lo hace más vulnerable a roturas.

Causas de la tendinitis

La tendinitis generalmente es causada por una combinación de factores, entre los que destacan el uso repetitivo de los tendones, las lesiones, la sobrecarga muscular y el envejecimiento:

1. Uso excesivo o repetitivo

Uno de los factores más frecuentes que desencadenan la tendinitis es el uso excesivo de un grupo de tendones en actividades repetitivas, como deportes o trabajos manuales.:

  • Deportes: El tenis, el golf, el baloncesto y la natación son deportes que implican movimientos repetitivos que pueden inflamar los tendones. Las personas que practican deportes de raqueta suelen sufrir de “codo de tenista” (tendinitis lateral del codo), mientras que los nadadores y jugadores de béisbol pueden desarrollar tendinitis en el hombro.
  • Trabajo manual: Actividades como la carpintería, la jardinería o el uso prolongado del ordenador pueden provocar una sobrecarga en los tendones de las manos, muñecas y codos.

2. Lesiones agudas o sobrecarga

Una lesión repentina que provoque un esfuerzo excesivo sobre el tendón puede causar inflamación. Esto ocurre frecuentemente durante actividades intensas, como levantar pesas, correr o saltar sin un calentamiento adecuado.

3. Envejecimiento

A medida que envejecemos, los tendones pierden elasticidad y se vuelven más susceptibles a la inflamación. Los tendones de personas mayores tienden a debilitarse con el tiempo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar tendinitis, especialmente en aquellas personas que realizan actividades físicas intensas o repetitivas.

4. Posturas inadecuadas o mal uso de la técnica

Adoptar posturas incorrectas o utilizar técnicas inadecuadas en actividades deportivas o laborales puede sobrecargar tendones específicos y desencadenar la tendinitis. Por ejemplo, un mal agarre en el uso de herramientas o equipos deportivos puede generar tensión en los tendones de la mano y el brazo.

5. Condiciones médicas subyacentes

Algunas enfermedades crónicas pueden predisponer a una persona a desarrollar tendinitis, como:

  • Artritis reumatoide: Esta enfermedad inflamatoria puede afectar los tendones y aumentar el riesgo de inflamación.
  • Diabetes: Las personas con diabetes tienden a tener un mayor riesgo de desarrollar tendinitis, posiblemente debido a los cambios en el metabolismo y la estructura de los tendones.

6. Calzado inadecuado

El uso de calzado inapropiado, especialmente durante la actividad física, puede poner una tensión adicional en los tendones de las piernas y los pies. El mal soporte del pie puede provocar condiciones como la tendinitis aquílea (en el tendón de Aquiles).

Zonas más afectadas por la tendinitis

La tendinitis puede afectar diferentes áreas del cuerpo, dependiendo de las actividades que realice la persona. Entre las más comunes se encuentran:

  • Codo: Conocida como codo de tenista o golfista, esta forma de tendinitis afecta a las personas que realizan movimientos repetitivos con el brazo.
  • Hombro: Los tendones del manguito rotador, que ayudan a mover el hombro, son susceptibles a la tendinitis, especialmente en personas que levantan el brazo repetidamente (por ejemplo, nadadores o lanzadores).
  • Rodilla: La tendinitis rotuliana, que afecta el tendón justo debajo de la rótula, es frecuente entre corredores, ciclistas y saltadores.
  • Tobillo y pie: La tendinitis de Aquiles afecta el tendón más grande del cuerpo, el tendón de Aquiles, y es común en corredores y atletas que practican deportes de alto impacto.

Síntomas de la tendinitis

Los síntomas de la tendinitis suelen desarrollarse gradualmente y empeoran con el tiempo si no se trata adecuadamente. Los signos más comunes incluyen:

  • Dolor en el tendón afectado: El dolor es más notable durante el movimiento o inmediatamente después de la actividad.
  • Sensibilidad en la zona inflamada: El área donde se encuentra el tendón puede estar sensible al tacto.
  • Rigidez: Algunas personas experimentan rigidez en la articulación o el tendón afectado, especialmente después de un período de inactividad.
  • Hinchazón leve: En algunos casos, puede haber una ligera inflamación en el área afectada.

Tratamiento de la tendinitis

El tratamiento para la tendinitis depende de la gravedad de la inflamación y del tendón afectado. Los tratamientos más comunes son:

1. Reposo

El descanso es fundamental para permitir que el tendón se recupere. Evitar actividades que sobrecarguen el tendón afectado es esencial para reducir la inflamación.

2. Hielo

Aplicar hielo en la zona afectada puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Se recomienda aplicar hielo durante 15-20 minutos varias veces al día.

3. Medicamentos antiinflamatorios

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación.

4. Fisioterapia

Un fisioterapeuta puede recomendar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para ayudar a recuperar la movilidad del tendón afectado y prevenir futuras lesiones.

5. Inyecciones de corticosteroides

En algunos casos, se pueden utilizar inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación en tendones severamente afectados, aunque su uso debe ser limitado, ya que pueden debilitar el tendón si se usan en exceso.

6. Cirugía

Si la tendinitis no responde a los tratamientos conservadores y el tendón está gravemente dañado, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar el tendón.

Prevención de la tendinitis

La mejor manera de prevenir la tendinitis es mediante el cuidado adecuado de los tendones:

  • Evitar movimientos repetitivos excesivos: Descansar adecuadamente y variar las actividades puede evitar la sobrecarga de los tendones.
  • Usar la técnica adecuada: Ya sea en el deporte o el trabajo, utilizar la técnica correcta al realizar movimientos repetitivos es crucial para prevenir lesiones.
  • Estiramientos y calentamientos: Calentar antes de la actividad física y estirar después de los ejercicios ayuda a mantener la flexibilidad y a reducir el riesgo de lesiones.

La tendinitis es una afección dolorosa que puede limitar significativamente la movilidad y afectar la calidad de vida. Sin embargo, con las medidas adecuadas, tanto para prevenirla como para tratarla, es posible minimizar su impacto y evitar complicaciones. Es fundamental estar atentos a los síntomas iniciales y tomar medidas para proteger los tendones, especialmente si se realizan actividades físicas o laborales repetitivas.

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