Psoriasis: Una enfermedad crónica de la piel

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que acelera el ciclo de vida de las células cutáneas, haciendo que se acumulen rápidamente en la superficie de la piel.
 

Esta acumulación de células forma escamas y manchas rojas que pueden ser dolorosas y causar picazón. Aunque la psoriasis es una enfermedad a largo plazo (crónica), existen periodos en los que los síntomas mejoran o incluso desaparecen temporalmente (remisión) y periodos en los que empeoran (brotes).

Causas

La causa exacta de la psoriasis no se conoce completamente, pero se cree que está relacionada con problemas del sistema inmunológico, en particular con las células T y otros glóbulos blancos llamados neutrófilos. 

En la psoriasis, las células T atacan por error las células de la piel como si estuvieran combatiendo una infección o curando una herida. Este ataque hace que el proceso de producción de células de la piel se acelere. En lugar de semanas, este proceso se completa en días, lo que causa la acumulación de células en la superficie de la piel.

Factores que pueden desencadenar la psoriasis son:

  • Infecciones: Infecciones de la piel o de las vías respiratorias superiores.
  • Estrés: El estrés puede desencadenar o agravar la psoriasis.
  • Clima: El clima frío puede empeorar los síntomas de la psoriasis.
  • Lesiones en la piel: Heridas, raspaduras o quemaduras solares.
  • Consumo de alcohol y tabaco: Estos pueden aumentar el riesgo y la gravedad de la psoriasis.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los utilizados para tratar la hipertensión, pueden desencadenar la psoriasis.

Síntomas

Los síntomas de la psoriasis pueden variar de una persona a otra y pueden ser:

  • Placas de piel roja cubiertas con escamas gruesas y plateadas.
  • Pequeñas manchas escamosas (común en niños).
  • Piel seca y agrietada que puede sangrar.
  • Picazón, ardor o dolor.
  • Uñas engrosadas, picadas o acanaladas.
  • Articulaciones inflamadas y rígidas (psoriasis artrítica).

Tipos de psoriasis

  1. Psoriasis en placas: Es la forma más común y se presenta como placas de piel roja cubiertas con escamas plateadas.
  2. Psoriasis guttata: Se presenta con pequeñas manchas en forma de gota en el tronco, brazos, piernas y cuero cabelludo.
  3. Psoriasis inversa: Afecta principalmente los pliegues de la piel, como las axilas, la ingle y debajo de los senos.
  4. Psoriasis pustulosa: Se caracteriza por la aparición de ampollas llenas de pus en áreas enrojecidas.
  5. Psoriasis eritrodérmica: Es la menos común y puede cubrir todo el cuerpo con una erupción roja y descamativa que puede causar picazón o dolor intenso.

Diagnóstico

El diagnóstico de la psoriasis generalmente se basa en el examen físico y en la historia clínica. En algunos casos, se puede realizar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico y descartar otros trastornos de la piel.

Tratamiento

Aunque no existe una cura para la psoriasis, hay varios tratamientos disponibles para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Estos incluyen:

  1. Tratamientos tópicos: Cremas y ungüentos que se aplican directamente sobre la piel, como corticosteroides, análogos de la vitamina D, retinoides y alquitrán de hulla.
  2. Fototerapia: Exposición de la piel a la luz ultravioleta bajo supervisión médica.
  3. Medicamentos sistémicos: Medicamentos orales o inyectables que afectan todo el cuerpo, incluyendo metotrexato, ciclosporina y biológicos.
  4. Tratamientos combinados: Uso de varios tratamientos en combinación para mejorar la eficacia.

Consejos para manejar la psoriasis

  • Cuidado de la piel: Mantener la piel hidratada y usar productos suaves.
  • Estrés: Reducir el estrés mediante técnicas de relajación como yoga o meditación.
  • Estilo de vida saludable: Seguir una dieta equilibrada, evitar el alcohol y el tabaco.
  • Protección solar: Usar protector solar y evitar las quemaduras solares.
  • Soporte: Buscar apoyo emocional a través de grupos de apoyo o terapia.

La psoriasis es una enfermedad crónica que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. Aunque no tiene cura, existen tratamientos efectivos que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la vida diaria. 

La comprensión y el manejo adecuado de la psoriasis pueden hacer una gran diferencia para los pacientes, lo que les puede permitir llevar una vida más cómoda y satisfactoria.

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