La liposucción consiste en la extracción de grasa corporal acomulada en algunas zonas del cuerpo (abdomen, pecho, espalda, glúteos, cadera, entre otros), mediante la introducción de una pequeña cánula especial que se encuentra conectada a una jeringa grande y hace el efecto de succión.
En el caso de las mujeres, la liposucción generalmente se realiza en caderas, muslos, estómago, debajo del brazo y senos. En los hombres se efectúa, en la mayoría de los casos, alrededor de la cintura o para una reducción de senos agrandados.
Es importante que las personas consideren que la liposucción no es un método milagroso para controlar la obesidad, ya que para eso existen otros métodos como la cirugía con banda gástrica. Es un error pensar que la liposucción sirve para bajar de peso, ya que no solamente se extrae grasa, sino también sangre y agua. Es fundamental que tanto el médico como el paciente determinen los alcances de esta cirugía.
Estudios previos
Primero es necesario tomar algunas fotografías del cuerpo del paciente para tener una idea de la grasa que se va a extraer. También se requiere un examen de sangre, con la finalidad de conocer el tiempo de coagulación, la cantidad de sangre, el grupo y RH, por si se llega a necesitar alguna transfusión.
Tipos de liposucción
- Liposucción tradicional: Se realiza una incisión en la piel y se inserta una cánula en la zona donde se va a succionar la grasa. El médico mueve la cánula hacia adelante y hacia atrás para eliminar la mayor cantidad de grasa posible. Esta cirugía puede durar hasta 3 horas, dependiendo de la cantidad de grasa y la zona del cuerpo.
- Liposucción tumescente: Un procedimiento menos invasivo y con menos complicaciones debido a que se inyectan grandes cantidades de solución salina con un anestésico local y un constrictor de vasos en el área que se va a succionar la grasa. Esta solución ayuda a reducir el dolor y el sangrado durante la cirugía.
- Liposucción asistida por ultrasonido (liposucción ultrasónica): Se introduce una cánula que emite ondas sonoras y abre las paredes de las células de grasa para extraerla con mayor facilidad. Esta técnica a veces se combina con la liposucción tradicional.
- Liposucción asistida por láser (lipoláser): Ideal para tratar pequeñas áreas corporales. Se inserta una pequeña cánula que emite energía láser en el tejido adiposo (grasa corporal). Este láser destruye y emulsiona la grasa para que sea más fácil eliminarla por la cánula. Es un procedimiento menos invasivo que la liposucción tradicional, por lo que puede requerir menor tiempo de recuperación.
- Liposucción de alta definición (liposucción HD): Consiste en aspirar y moldear el exceso de grasa para crear un aspecto delgado y atlético. Con esta técnica se puede marcar el abdomen, dorso, brazos y piernas.
¿Qué cuidados se deben tener después de una liposucción?
La reincorporación a las actividades normales dependerá del volumen de grasa que se extraiga y el tipo de liposucción. No se pueden efectuar esfuerzos físicos intensos aproximadamente por dos semanas después de la cirugía y se debe utilizar un vendaje continuo compresivo durante la primera semanay posteriormente solo durante el día por 2 o 3 semanas más.
La fase de rehabilitación se realiza por medio de masajes y técnicas que los fisioterapeutas emplean para tratar la inflamación (en el caso del abdomen) y evitar la formación de tejido fibroso.
En la mayoría de los casos, los resultados son permanentes; no obstante, el paciente debe llevar una alimentación saludable y practicar ejercicio de forma regular.
Contraindicaciones
No es recomendable llevar a cabo este procedimiento en personas recién operadas, que tengan mala coagulación o padezcan problemas cardiacos severos.
Por otro lado, esta cirugía se puede realizar en personas que tengan alguna enfermedad como hipertensión, hipotiroidismo e hipertiroidismo y diabetes mellitus, siempre y cuando estén bajo control médico.
Complicaciones
Las complicaciones son las mismas que se pueden presentar cuando se realiza una procedimiento quirúrgico, por ejemplo:
- Embolia pulmonar (una de las más graves).
- Acumulaciones de líquido o sangre dentro de la piel (hematomas) donde se realizó la operación, lo cual requeriría de una cirugía para corregirlo.
- Lesiones en la piel o en los tejidos más profundos.
- Otra de las complicaciones (aunque no es muy frecuente) es el adquirir una infección debido a que el instrumental médico no se encuentra bien desinfectado.
La clave del éxito de la liposucción comienza con una adecuada selección del paciente, la realización de una historia clínica completa que valore antecedentes y factores de riesgo, y la comunicación abierta acerca del procedimiento, incluyendo riesgos, complicaciones y limitaciones.