La alopecia es la pérdida o caída anormal de pelo y puede afectar a todo el cuerpo o solo al cuero cabelludo, provocando lo que se conoce como calvicie.
El adelgazamiento del cabello puede iniciar en la adolescencia o entre los 20 y 30 años de edad tanto en hombres como mujeres. Existen diferentes tipos de alopecia:
- Alopecia androgénica: Causa el 95 % de los casos y afecta principalmente a hombres. Existen 2 patrones de afección, el masculino donde se produce pérdida de cabello en la parte frontal y parietal de la cabeza. En el patrón femenino la pérdida de cabello es difusa (caída progresiva del cabello) y no se producen zonas de calvicie total.
- Alopecia areata: Esta afección ocasiona parches redondos de pérdida de cabello, lo que puede llevar a la calvicie total. Puede afectar a hombres, mujeres y niños. Aunque la pérdida de cabello ocurre con mayor frecuencia en el cuero cabelludo, algunas personas también pueden presentar este tipo de alopecia en barba, cejas, vello púbico y en brazos o piernas.
- Alopecia difusa: El cabello se va debilitando y haciendo más delgado, provocando la caída progresiva del cabello, esto puede afectar tanto a hombres como mujeres y se produce tras un parto, estrés, pérdida importante de peso o por enfermedades graves.
- Alopecias cicatriciales: Son aquellas que se producen como consecuencia de una enfermedad del cuero cabelludo, lesiones o pérdida del cabello causadas por traumatismos o quemaduras. Este tipo de alopecias suele ser irreversible.
Fases de crecimiento del pelo
El ciclo de vida de un cabello es en promedio de 4 a 8 años. Tiene un desarrollo cíclico que alterna etapas de crecimiento con periodos de reposo. Estas fases son: crecimiento activo (anágena), involución (catágena) y reposo (telógena). En el cuero cabelludo normal, la mayoría de los cabellos están en crecimiento, unos cuantos en involución (menos del 1%) y el resto en reposo (5 al 10 %).
Síntomas
Los síntomas varían según el tipo de alopecia, pero los más habituales son:
- Pérdida de cabello de forma gradual en la parte superior de la cabeza (caída de más de 100 cabellos al día).
- Parches circulares de pérdida de pelo en el cuero cabelludo, barba o cejas.
- Debilitamiento del cabello.
- Pérdida de cabello en todo el cuerpo.
- Zonas de descamación que se extienden al cuero cabelludo.
Diagnóstico y tratamiento
El médico realizará un examen físico y le hará preguntas al paciente sobre su dieta, rutina de cuidado del cabello, antecedentes familiares de alopecia y la historia clínica. Asimismo, se puede requerir un análisis de sangre, prueba de tracción (el médico tira suavemente del cabello para ver cuántos se caen) o una biopsia del cuero cabelludo.
Los tratamientos incluyen medicamentos o cirugía. En el caso de la alopecia androgénica, el minoxidil puede ser eficaz.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía se puede utilizar en casi todos los casos de calvicie, pero se recomienda de manera particular en pacientes con grandes entradas o en aquellos que comienzan a perder cabello con calvicie incipiente.
Esta técnica permite transferir tantos folículos capilares como sea necesario. El procedimiento consiste en tomar un pedazo de cuero cabelludo, en donde la densidad y calidad es mejor y trasplantarlo a un área calva o de menor densidad, dando como resultado una línea frontal armoniosa y una apariencia más natural sin cicatrices visibles como secuela
Aunque existen diversas causas que pueden originar la caída del cabello, es recomendable acudir con un especialista para descartar cualquier tipo de alopecia o, en dado caso, recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.