Aproximadamente 1 de cada 4 hombres a partir de los 25 años comienza a sufrir de calvicie.
El adelgazamiento del cabello puede iniciar en la adolescencia o entre los 20 y 30 años de edad tanto en hombres como mujeres. Existen diferentes tipos de alopecia:
El ciclo de vida de un cabello es en promedio de 4 a 8 años. Tiene un desarrollo cíclico que alterna etapas de crecimiento con periodos de reposo. Estas fases son: crecimiento activo (anágena), involución (catágena) y reposo (telógena). En el cuero cabelludo normal, la mayoría de los cabellos están en crecimiento, unos cuantos en involución (menos del 1%) y el resto en reposo (5 al 10 %).
Los síntomas varían según el tipo de alopecia, pero los más habituales son:
El médico realizará un examen físico y le hará preguntas al paciente sobre su dieta, rutina de cuidado del cabello, antecedentes familiares de alopecia y la historia clínica. Asimismo, se puede requerir un análisis de sangre, prueba de tracción (el médico tira suavemente del cabello para ver cuántos se caen) o una biopsia del cuero cabelludo.
Los tratamientos incluyen medicamentos o cirugía. En el caso de la alopecia androgénica, el minoxidil puede ser eficaz.
La cirugía se puede utilizar en casi todos los casos de calvicie, pero se recomienda de manera particular en pacientes con grandes entradas o en aquellos que comienzan a perder cabello con calvicie incipiente.
Esta técnica permite transferir tantos folículos capilares como sea necesario. El procedimiento consiste en tomar un pedazo de cuero cabelludo, en donde la densidad y calidad es mejor y trasplantarlo a un área calva o de menor densidad, dando como resultado una línea frontal armoniosa y una apariencia más natural sin cicatrices visibles como secuela
Aunque existen diversas causas que pueden originar la caída del cabello, es recomendable acudir con un especialista para descartar cualquier tipo de alopecia o, en dado caso, recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.