La diabetes mellitus es el término médico utilizado para designar a la enfermedad crónica que se origina debido a que el páncreas no produce la cantidad de insulina que el cuerpo requiere para procesar el azúcar que se ingiere en la alimentación, o bien, la genera de una calidad inferior a la normal.
Aunque las causas específicas de la diabetes aún se desconocen en su mayor parte, parece que existe una predisposición genética a padecerla, es decir, se hereda en cierto modo el riesgo de ser diabético. Por otra parte, la obesidad, el tipo de alimentación, el sedentarismo y los factores ambientales pueden ser elementos clave para predecir y prevenir esta enfermedad.
Una vez diagnosticada la diabetes, ¿cómo vivir con esta enfermedad?
El paciente debe recibir la llamada educación al paciente diabético, la cual es parte crucial del plan de tratamiento, y se centra en la manera de incorporar los principios del manejo de la enfermedad en su vida diaria.
Como su nombre lo indica, se trata de educar con responsabilidad a quienes padecen diabetes; pero no solo a ellos, sino también a sus familiares o amigos cercanos. El especialista debe efectuar un programa de educación y explicarle al paciente todo lo relacionado a su enfermedad y acerca del tratamiento al que será sometido, ya que la diabetes por el momento no tiene cura, pero se puede controlar de manera eficaz.
¿Qué retos enfrenta esta educación?
Lo más complicado es que el paciente comprenda su situación. Parece sencillo, sin embargo, algunas personas no entienden las indicaciones proporcionadas por su médico, lo que se puede traducir en un mal control de la enfermedad y, por consiguiente, en severas consecuencias. Por ello, las instrucciones del especialista en cada una de las consultas deben ser asimiladas correctamente por el paciente.
¿Cuáles son esas complicaciones que menciona?
Si el paciente diabético no recibe una educación adecuada, con el paso del tiempo pueden aparecer complicaciones graves en su salud, ya que se trata de un padecimiento que puede causar un efecto degenerativo en varios órganos del cuerpo, tales como: ojos, corazón o riñones, además de afectar las extremidades.
Sin embargo, estas complicaciones pueden evitarse mediante una estricta vigilancia médica y pruebas periódicas de niveles de glucosa, junto con una dieta adecuada y actividad física diaria. Lo más importante es que el paciente no ignore la diabetes y, sobre todo, cuente con la información pertinente a este padecimiento.
Si una persona sospecha que tiene diabetes, ¿qué debe hacer?
Para su diagnóstico debe acudir con un especialista (endocrinólogo). Si la persona sospecha que padece diabetes, por síntomas o antecedentes familiares, es importante que se realice un análisis para comprobar el nivel de azúcar en la sangre y, en caso necesario, estudiar el nivel de azúcar en la orina.
Si los resultados revelan exceso de glucosa en el organismo, el especialista debe plantear un tratamiento acorde al tipo de diabetes detectada, el cual debe incluir un plan de educación.
¿Cuáles son los síntomas generales de la diabetes?
Los síntomas de la diabetes pueden variar según el tipo de diabetes y su gravedad.
- Sed excesiva.
- Aumento de la frecuencia y volumen de la orina.
- Hambre inusual.
- Pérdida de peso a pesar del aumento de apetito.
- Debilidad y cansancio.
- Infecciones frecuentes (piel, vejiga, encías).
- Rasguños que no se curan o lo hacen muy lentamente.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 (insulinodependiente) se desarrollan abruptamente, en cuestión de meses o incluso semanas. En cambio los síntomas de la diabetes tipo 2 (no insulinodependiente) suelen desarrollarse de manera gradual a través de los años, y normalmente la enfermedad se descubre mediante un análisis rutinario de orina o sangre, de ahí su sobrenombre de enemigo silencioso.
¿Cuáles son los elementos básicos del tratamiento/educación?
Se han identificado dos puntos fundamentales a los que todo paciente diabético debe poner atención: alimentación y ejercicio. Por su alta importancia en el tratamiento y educación, es adecuado precisar lo siguiente:
- Alimentación: Para una persona diabética la dieta es el pilar de su tratamiento, y quizá lo más difícil de llevar a cabo. La prescripción alimentaria para cada paciente depende de varios factores, como tipo de diabetes, edad, sexo, peso y actividad física. La alimentación es el medicamento más importante, la cual debe ser equilibrada y sana. En realidad el paciente puede comer de todo, pero con medida. No obstante, hay quienes piensan que este régimen es muy complicado de efectuar y deciden no cuidarse; sin embargo, si no existe un esfuerzo por modificar la dieta, los efectos de la enfermedad continuarán.
- Ejercicio físico: La práctica regular y controlada de algún deporte o actividad física moderada es otro hábito que debe adoptar un diabético, ya que forma parte indispensable del tratamiento. La actividad física brinda grandes beneficios, pues con solo caminar 20 minutos al día los pacientes pueden mejorar su salud.
Para algunos diabéticos la práctica de ejercicio puede traer algunos problemas específicos, por lo que se deben extremar precauciones en relación al tipo de deporte, características del calzado y terreno en el que se practica. Es necesario que antes de integrarse a la práctica deportiva, se consulte al médico.
Asimismo la higiene es elemental. El paciente debe ser meticuloso e incrementar sus cuidados habituales, especialmente en pies, ojos, piel y dientes, así como someterse a revisiones médicas periódicas.
¿Cuál es el panorama actual de la diabetes?
Se trata de una enfermedad crónica que si bien puede generar graves complicaciones, los conocimientos médicos actuales permiten al paciente llevar una vida normal y tener una expectativa de vida media como cualquier persona. Actualmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2 se dispone, además, de una gran variedad de fármacos.
Por supuesto que el diagnóstico en etapas tempranas y la rigurosidad de un tratamiento pueden ayudar a sobrellevar el desarrollo de otros padecimientos asociados a la diabetes. No hay que olvidar que los casos de esta enfermedad van en aumento entre la población y es una de las principales causas de mortalidad en el mundo.