Con el aumento de brotes de sarampión en distintas partes del mundo, muchas personas se preguntan si están protegidas contra esta enfermedad.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede provocar complicaciones graves, especialmente en adultos no inmunizados.
Formas de inmunización contra el sarampión
Existen dos maneras principales de estar inmunizado contra el sarampión:
- Vacunación: La vacuna triple vírica (SRP), que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas, es la forma más efectiva de prevenir la enfermedad.
- Exposición previa al virus: Si tuviste sarampión en la infancia, tu organismo generó inmunidad de por vida.
¿Cómo saber si estás inmunizado?
Si no recuerdas si te vacunaste o si tuviste sarampión, puedes confirmar tu inmunidad de las siguientes maneras:
- Revisar tu cartilla de vacunación: Si recibiste dos dosis de la vacuna triple vírica, estás protegido.
- Consultar a familiares: Pregunta a tus padres o cuidadores si recuerdan que padeciste sarampión o recibiste la vacuna.
- Realizar un análisis de sangre: Un examen serológico puede detectar anticuerpos contra el virus del sarampión y confirmar tu inmunidad.
¿Quiénes deben vacunarse?
Si no tienes pruebas de inmunización, lo recomendable es recibir la vacuna. Deben vacunarse:
- Adultos nacidos después de 1970 que no tengan evidencia de haber recibido dos dosis de la vacuna.
- Personas que planean viajar a zonas con brotes de sarampión.
- Trabajadores de la salud y del sector educativo que pueden estar expuestos al virus.
¿Cuándo no es necesario vacunarse? No necesitas vacunarte si:
- Naciste antes de 1970, ya que es probable que hayas estado expuesto al virus y desarrollado inmunidad natural.
- Recibiste dos dosis de la vacuna en la infancia o adolescencia.
- Un análisis de sangre confirmó la presencia de anticuerpos contra el sarampión.
Confirmar tu inmunización contra el sarampión es clave para evitar complicaciones y contribuir a la erradicación de la enfermedad. Si tienes dudas, consulta a tu médico para evaluar la necesidad de vacunarte y protegerte contra esta enfermedad prevenible.