Dentro de los procesos cosméticos para mejorar la apariencia y evitar el envejecimiento de la piel, el botox es el más sencillo de aplicar. No requiere un periodo de recuperación largo, no es una cirugía que puede implicar un cambio en la expresión natural de la persona, no produce inflamación.
“Su aplicación implica solo unos cuantos piquetes, un poco molestos. Si se utiliza de la forma indicada, proporciona un efecto agradable en una arruga muy notoria. Por ello, muchas personas recurren al bótox”, menciona la Dra. Olga Labastida Gómez de la Torre, dermatóloga del Hospital Angeles Pedregal.
Su aplicación está indicada en pacientes que tienen arrugas de expresión, pues tienen un músculo que produce una contracción importante y una arruga muy notoria. Los músculos no son iguales en todas las personas, en algunas son más delgados, en otras más gruesos, con mayor o menor actividad.
Para obtener un buen resultado es necesario seleccionar a un paciente que tenga muy marcada la función del músculo. La fuerza del músculo va relacionada con la profundidad de la arruga.
¿En qué consiste el tratamiento?
Se evalúa al paciente, el tipo de arrugas que tiene y si estas pueden corregirse con bótox. Cabe mencionar que no todas las arrugas pueden tratarse de esta manera.
El procedimiento es muy rápido. Debe efectuarse un esquema de aplicación del bótox, es decir, marcar las áreas donde se va administrar. Luego se inyecta la sustancia y prácticamente termina el procedimiento. Para eliminar el dolor se puede utilizar hielo o un poco de gel anestésico, que debe ser retirado en el momento de la aplicación para que no interfiera con el efecto.
¿En qué zonas puede aplicarse?
Se han obtenido magníficos resultados en las arrugas que se presentan en el entrecejo (ceño fruncido), en la frente y en las “patas de gallo”. Normalmente hay que cuidar algunas zonas de aplicación, por ejemplo: en el caso de la frente, se debe evitar tocar los músculos que levantan las cejas, ya que si estos se inhiben, el paciente se puede observar con los párpados caídos.
¿Cuánto tiempo después se debe reaplicar?
El bótox es un inhibidor temporal de la contracción del músculo. El efecto que logramos al aplicarlo en un paciente es que el músculo deje de contraerse por un periodo aproximado de 4 a 6 meses. Conforme se aplica en forma repetitiva tiende a durar un poco más el efecto, alcanzando hasta 7 u 8 meses. La duración del efecto puede verse afectada por diferentes circunstancias:
- Si alguna vez la persona recibió previamente la toxina botulínica y su organismo la reconoce como extraña, esto puede provocar que tenga anticuerpos y el efecto sea menor.
- Es necesario utilizar una toxina botulínica estable, bien preparada y que no existan fallas en su manejo para que no pierda su efecto.
¿A qué edad es recomendable usarlo?
Depende tanto de la edad como de las arrugas. Puede haber una persona de 60 años que no tenga arrugas o una de 30 que tenga muchas. Esto depende del tipo de músculos y la forma de expresión. Si la persona lo desea, en cuanto tenga algunas arrugas, es el momento ideal para aplicarlo.
¿Cuánto tiempo después se ven los resultados?
Después de inyectar el bótox empieza a hacer efecto entre las 48 y 72 horas. El paciente nota que no puede contraer el músculo por más que lo intente. Ese efecto se vuelve total o completo entre los 7 y 10 días después de que se inyectó. La apariencia de la arruga se va desvaneciendo en este tiempo. Hay que aclarar que el bótox no borra las arrugas, solo inhibe el movimiento del músculo que causa la arruga.
¿Hay alguna contraindicación para su aplicación?
No se debe utilizar en embarazadas o lactando. Algunos medicamentos pueden disminuir el efecto y la duración del bótox, por lo que antes de aplicarlo se requiere saber qué medicamentos está tomando el paciente.