Tos paroxística: Causas, síntomas y tratamientos

La tos paroxística es una afección caracterizada por episodios intensos y violentos de tos que ocurren en ráfagas o ataques, a menudo dificultando la respiración y causando malestar considerable. 

A diferencia de la tos común, que es generalmente temporal y leve, la tos paroxística puede ser debilitante y durar más tiempo, a veces varias semanas. Este artículo explora las causas, síntomas y opciones de tratamiento de la tos paroxística, para ofrecer una comprensión más completa de esta condición.

¿Qué es la tos paroxística?

La tos paroxística se refiere a un tipo de tos que se presenta en ataques repentinos y violentos, interrumpiendo la respiración normal. Durante un episodio, la persona puede toser repetidamente en rápida sucesión, lo que puede resultar en una sensación de asfixia o dificultad para tomar aire entre los episodios de tos. Estos ataques de tos suelen ser más intensos por la noche o al estar acostado, y pueden ir acompañados de otros síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar o vómitos.

Causas de la tos paroxística

La tos paroxística puede ser causada por una variedad de factores. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  1. Tos ferina (pertussis): Una de las causas más conocidas de tos paroxística es la tos ferina, una infección bacteriana altamente contagiosa que afecta las vías respiratorias. Esta infección causa episodios de tos severa, especialmente en los niños, que pueden durar semanas o incluso meses. La tos ferina es caracterizada por una tos intensa seguida de una respiración ruidosa y una inspiración profunda conocida como “gallo”.
  2. Asma: Las personas con asma a menudo experimentan tos paroxística, especialmente durante los ataques asmáticos. Estos episodios de tos pueden ser causados por la inflamación de las vías respiratorias y la dificultad para respirar.
  3. Bronquitis crónica: Esta afección pulmonar, que se caracteriza por la inflamación prolongada de las vías respiratorias, puede causar tos persistente. En casos más graves, la tos se vuelve paroxística, especialmente al estar expuesto a irritantes como el humo del cigarro o el aire frío.
  4. Reflujo gastroesofágico (ERGE): El ácido del estómago que sube hacia el esófago puede irritar la garganta y las vías respiratorias, provocando tos paroxística, especialmente después de las comidas o al acostarse.
  5. Alergias: Las alergias a factores ambientales como el polen, el polvo o el moho pueden desencadenar ataques de tos paroxística, debido a la inflamación de las vías respiratorias.
  6. Infecciones virales: Resfriados, gripe y otras infecciones respiratorias virales pueden irritar las vías respiratorias y causar episodios de tos paroxística, que son comunes en el contexto de enfermedades respiratorias agudas.
  7. Causas neurológicas o psicógenas: En raros casos, la tos paroxística puede ser el resultado de problemas neurológicos o de origen psicológico, como en los casos de tos crónica psicógena, en la que la tos se vuelve un comportamiento habitual o repetitivo sin una causa médica clara.

Síntomas de la tos paroxística

Los síntomas más comunes de la tos paroxística incluyen:

  • Episodios de tos intensa: La tos se presenta en ráfagas o ataques, con dificultad para tomar aire entre cada episodio.
  • Dificultad para respirar: Durante los ataques de tos, las personas pueden experimentar sensación de asfixia o falta de aire.
  • Vómitos: En algunos casos, la tos severa puede llevar a los vómitos, especialmente en niños pequeños.
  • Dolor en el pecho: La tos repetitiva puede causar dolor en el pecho debido a la tensión muscular.
  • Sibilancias: Algunas personas pueden experimentar sibilancias, especialmente si la causa subyacente es el asma o la bronquitis.
  • Fatiga: La tos constante y los ataques de tos pueden dejar a las personas sintiéndose agotadas.

Diagnóstico

El diagnóstico de la tos paroxística se realiza a través de una evaluación clínica detallada, que incluye el historial médico del paciente, la observación de los síntomas y una serie de pruebas. Dependiendo de la causa sospechada, las pruebas pueden incluir:

  • Análisis de sangre: Para detectar infecciones bacterianas o virales.
  • Radiografía de tórax: Para evaluar la presencia de infecciones pulmonares o problemas en las vías respiratorias.
  • Espirometría: Para medir la función pulmonar y detectar afecciones como el asma.
  • Cultivo de esputo: En algunos casos, se puede tomar una muestra de esputo para identificar patógenos como la bacteria de la tos ferina.
  • Pruebas de alergia: Para identificar posibles alérgenos que puedan estar desencadenando la tos.

Tratamientos para la tos paroxística

El tratamiento para la tos paroxística depende de la causa subyacente. Algunas opciones incluyen:

  1. Antibióticos: Si la tos paroxística es causada por una infección bacteriana como la tos ferina, los antibióticos pueden ser necesarios para tratar la infección y prevenir complicaciones.
  2. Broncodilatadores y esteroides: Para personas con asma o bronquitis crónica, los broncodilatadores y los esteroides pueden ayudar a reducir la inflamación y abrir las vías respiratorias.
  3. Antihistamínicos y descongestionantes: En casos de alergias, estos medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la tos paroxística.
  4. Inhibidores de la bomba de protones (IBP): Si el reflujo gastroesofágico es la causa, los IBP pueden ayudar a reducir la acidez estomacal y prevenir la irritación de las vías respiratorias.
  5. Tratamiento de soporte: En muchos casos, los tratamientos para aliviar la tos paroxística incluyen el uso de humidificadores, líquidos calientes, y reposo adecuado.
  6. Terapias respiratorias: Para personas con afecciones crónicas de las vías respiratorias, las terapias respiratorias, como la fisioterapia pulmonar, pueden ser útiles para mejorar la respiración.

La tos paroxística puede ser un síntoma debilitante y molesto, pero con el tratamiento adecuado y el diagnóstico temprano, es posible controlar y aliviar los episodios. Es fundamental consultar a un médico para determinar la causa subyacente de la tos y recibir un plan de tratamiento personalizado. Si experimentas tos severa o persistente, es recomendable buscar atención médica para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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