Una hernia umbilical es una condición en la que una parte del intestino u otros tejidos abdominales sobresalen a través de un punto débil en los músculos del abdomen cerca del ombligo (el área umbilical).
Aunque es más común en bebés y niños pequeños, también se puede desarrollar en adultos. La gravedad de una hernia umbilical puede variar desde ser una molestia leve hasta convertirse en una complicación grave que requiere intervención quirúrgica.
¿Qué es una hernia umbilical?
Una hernia umbilical ocurre cuando una porción del intestino o del tejido graso atraviesa un área débil de los músculos abdominales alrededor del ombligo. Esto crea una protuberancia visible que puede ser indolora o causar molestias.
En los bebés, las hernias umbilicales suelen aparecer porque el orificio umbilical, por donde pasaba el cordón umbilical, no se cierra completamente después del nacimiento. En la mayoría de los casos, estas hernias desaparecen solas a medida que los músculos abdominales se fortalecen con el tiempo.
En adultos, sin embargo, las hernias umbilicales generalmente se deben a una presión abdominal aumentada debido a factores como el embarazo, la obesidad, la tos crónica o el levantamiento de objetos pesados.
¿Qué tan grave puede ser una hernia umbilical?
La gravedad de una hernia umbilical depende de varios factores, como el tamaño de la hernia, los síntomas que presenta y el riesgo de complicaciones. En la mayoría de los casos, las hernias umbilicales son leves y no causan problemas significativos, pero en algunos casos pueden complicarse.
1. Hernias umbilicales en bebés
En los bebés, las hernias umbilicales son comunes y, por lo general, no son motivo de preocupación. Aproximadamente el 90% de las hernias umbilicales infantiles se cierran solas para cuando el niño tiene 2-3 años. Si la hernia no se ha cerrado por sí sola para esa edad o si presenta complicaciones, puede ser necesaria una cirugía, pero en la mayoría de los casos, no es una afección grave.
2. Hernias umbilicales en adultos
En los adultos, las hernias umbilicales pueden ser más problemáticas y menos propensas a desaparecer por sí solas. Si bien muchas hernias umbilicales son asintomáticas o causan solo molestias leves, otras pueden aumentar de tamaño y volverse dolorosas, lo que podría requerir tratamiento quirúrgico.
3. Complicaciones posibles
Las complicaciones de las hernias umbilicales son relativamente raras, pero pueden ser graves si ocurren. Algunas de las complicaciones más comunes son:
- Incarceración: Ocurre cuando la parte del intestino o tejido que sobresale queda atrapada en la hernia y no puede volver al abdomen. Esto puede causar dolor intenso y puede conducir a complicaciones más serias.
- Estrangulación: En casos más graves, la incarceración puede llevar a la estrangulación, en la que el suministro de sangre a la parte del intestino atrapada en la hernia se corta. Esto puede causar la muerte del tejido (necrosis) y requiere atención médica urgente, ya que es una emergencia que podría poner en peligro la vida del paciente.
- Obstrucción intestinal: En algunos casos, una hernia umbilical puede bloquear parcialmente el flujo intestinal, lo que causa síntomas como hinchazón abdominal, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
¿Cuándo es necesaria una cirugía?
Aunque muchas hernias umbilicales no requieren intervención inmediata, ciertos factores pueden indicar la necesidad de una cirugía. Los médicos pueden recomendar una reparación quirúrgica de la hernia umbilical si:
- La hernia es dolorosa o causa molestias importantes.
- La hernia aumenta de tamaño con el tiempo.
- Hay signos de incarceración o estrangulación.
- La hernia no ha cerrado espontáneamente en un niño mayor de 3 años.
La cirugía para reparar una hernia umbilical implica devolver el contenido herniado al abdomen y cerrar el orificio con suturas o, en algunos casos, con una malla para reforzar la pared abdominal. La mayoría de las personas se recuperan rápidamente después de la cirugía, con un bajo riesgo de complicaciones si se sigue el plan de recuperación adecuado.
¿Cómo prevenir complicaciones?
En personas con una hernia umbilical pequeña y asintomática, los médicos suelen adoptar una actitud de “esperar y observar”, pero existen medidas que se pueden tomar para prevenir complicaciones:
- Evitar levantar objetos pesados: El esfuerzo físico puede aumentar la presión abdominal y empeorar la hernia.
- Mantener un peso saludable: El exceso de peso puede ejercer presión sobre los músculos abdominales y aumentar el riesgo de que la hernia empeore.
- Tratar la tos crónica: Las enfermedades que causan tos persistente o estornudos frecuentes deben tratarse adecuadamente, ya que estos síntomas pueden aumentar la presión en el abdomen.
Si experimentas dolor, hinchazón o enrojecimiento en la zona de la hernia, o si no puedes empujar la hernia hacia adentro, es importante buscar atención médica de inmediato, ya que estos pueden ser signos de complicaciones graves.
Una hernia umbilical en la mayoría de los casos no es una condición grave y muchas veces no presenta síntomas. Sin embargo, en algunos casos puede causar complicaciones que requieren tratamiento, especialmente en adultos. La clave para manejar una hernia umbilical es monitorearla y actuar rápidamente si aparecen síntomas de complicaciones, como dolor intenso o encarcelamiento del intestino. La cirugía puede resolver el problema de manera efectiva y prevenir problemas futuros.