Un procedimiento sencillo que registra la actividad eléctrica del corazón.
El electrocardiograma consiste en un método de diagnóstico no invasivo que grafica en papel la actividad eléctrica del corazón en forma de trazos lineales. Esto se realiza con una máquina llamada electrocardiógrafo, que registra los cambios de voltaje captados por varios electrodos que son colocados en diversas partes del cuerpo del paciente.
Si el médico sospecha que existe algún trastorno cardiaco solicitará un electrocardiograma para poder confirmar el diagnóstico. Este estudio puede revelar diversas anormalidades cardiacas como:
También permite detectar ciertos padecimientos como:
No se requiere ningún tipo de preparación para llevar a cabo un electrocardiograma. El paciente permanece acostado durante la prueba y se limita a seguir las instrucciones del médico o del técnico que la realiza. Se requieren alrededor de 10 minutos. El registro y la interpretación médica pasan a formar parte del historial médico del paciente.
Para captar los impulsos eléctricos se colocan pequeños discos metálicos en el tórax, brazos y piernas del paciente que son adheridos con un gel especial. La máquina tiene una aguja que registra los cambios de voltaje y produce un trazado específico que varía según la localización del electrodo. Cada trazo representa el registro de la actividad eléctrica de una parte del corazón y queda registrado en un papel.
Es necesario consultar al cardiólogo para determinar de qué tipo de alteración se trata. Solamente él puede determinar si deben ampliarse los estudios o confirmar si se trata de un diagnóstico definitivo y en este caso indicará el tratamiento necesario.
Si el paciente presenta un desmayo repentino, sofocamiento brusco sin causa aparente, palpitaciones fuertes (taquicardia) sin haber realizado esfuerzo alguno, dolor en el pecho, hombro y/o brazo izquierdo, es necesario realizar un electrocardiograma de urgencia.