Escoliosis, ¿qué es y cómo se trata?

La escoliosis es una deformidad de la columna vertebral que implica una curvatura lateral anormal.

En una columna vertebral sana, cuando se ve desde atrás, debería aparecer recta. Sin embargo, en una persona con escoliosis, la columna puede presentar una curvatura hacia un lado. Esta curvatura puede adoptar la forma de una “S” o una “C”.

La escoliosis puede manifestarse como un defecto de nacimiento (escoliosis congénita). Cuando se desarrolla posteriormente puede ser consecuencia de otro padecimiento como poliomielitis, parálisis cerebral o espina bífida (escoliosis neuromuscular). Sin embargo, en un 80 % de los casos se desconoce la causa (escoliosis idiopática).

Síntomas

Los síntomas de la escoliosis pueden variar e incluir asimetría en los hombros, así como:  

  • Cansancio en la espalda
  • Dolor muscular
  • Diferencia en la altura o posición de las caderas
  • Cintura desigual
  • Uno de los omóplatos sobresale más

Los síntomas pueden ser similares a los de otros padecimientos de la columna, por lo que es recomendable consultar al médico ortopedista para obtener un buen diagnóstico. En algunos casos puede no presentar síntomas.

Complicaciones de la escoliosis

Cuando la escoliosis es grave puede originar problemas respiratorios, ya que la caja torácica puede presionar los pulmones. Asimismo, las personas con escoliosis, especialmente aquellas con curvaturas más pronunciadas, pueden experimentar dolor en la espalda y los músculos circundantes.

Además, la escoliosis puede afectar la movilidad y la capacidad para participar en ciertas actividades físicas. En casos severos puede afectar el corazón y los vasos sanguíneos, aunque esto es menos común.

Diagnóstico

La escoliosis se desarrolla paulatinamente, por lo que a pesar de que inició en la infancia, es diagnosticada años después. En muchos casos la curvatura provocada por la escoliosis es notoria a simple vista y puede ser detectada por el médico mediante una exploración médica, aunque puede solicitar estudios de rayos x para confirmar el diagnóstico.

¿Cómo corregir la escoliosis?

El médico determinará el tratamiento en base a la edad, estado general de salud del   paciente y grado de la escoliosis. El objetivo principal es detener la evolución de la curva para prevenir deformidades y mejorar el control postural.

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Observación y exámenes de la escoliosis: Es una opción cuando la curvatura mide menos de 25 grados y tiene poco riesgo de empeorar.
  • Aparatos ortopédicos: El corsé ortopédico y el collarín se usan cuando la curvatura mide de 25 a 30 grados. También puede ser necesario en pacientes que están en crecimiento y tienen una curvatura de entre 20 y 29 grados que no mejora. El tipo de aparato y el tiempo de uso depende del grado de la escoliosis.
  • Cirugía: Cuando los aparatos ortopédicos no son efectivos es necesario recurrir a la cirugía que consiste en fijar las vértebras mediante injertos óseos y barras metálicas para evitar que sigan deformándose.

El pronóstico dependerá del lugar donde se encuentre la curvatura y la severidad de la misma.

Prevención

No es posible prevenir la escoliosis, sin embargo si es detectada en etapas tempranas es posible evitar complicaciones como:

  • Deformidad de la columna que produce un defecto estético.
  • Deformidad en la caja torácica que puede producir dificultades respiratorias.

Es recomendable que durante el periodo de crecimiento el pediatra realice exploraciones periódicas para descartar este padecimiento, especialmente si existen antecedentes familiares de escoliosis.

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