La Intervención Psicológica Hospitalaria (IPH) tiene como objetivo brindar apoyo emocional a los pacientes y familiares que se encuentren hospitalizados, así como ayudarlos a desarrollar herramientas que les permitan afrontar la situación de la enfermedad por la que están pasando y aumentar la adherencia a los tratamientos médicos.
“Los servicios ofrecidos por un hospital no solo están encaminados a buscar la salud física del paciente, sino a brindar todos los medios necesarios para apoyarlo emocionalmente durante su estancia hospitalaria”, mencionan Leticia Soria Béjar, Elizabeth Nicolau Nadal y Loris Nacif, especialistas en psicología del Hospital Angeles Pedregal.
El ingreso al hospital se asocia necesariamente con un desequilibrio tanto a nivel físico como emocional, por lo que el IPH tiene la finalidad de establecer un equilibrio y prevenir futuros desórdenes, lo que beneficia la toma de decisiones acertadas en momentos de crisis.
Conformado por un grupo de psicólogos especialistas en el trabajo hospitalario, el IPH brinda servicios en varias áreas, tales como:
- Terapia Intensiva
- Ginecología y obstetricia
- Cirugía Ambulatoria
- Oncología
Asimismo se enfoca en apoyar y acompañar a los niños que viven un proceso de hospitalización y/o enfermedad. En ocasiones estos pequeños pueden estar muy activos, presentar sudoración en manos, tics, pesadillas, enuresis o encopresis (falta de control de esfínteres uretral o anal, diurno o nocturno), por lo que es importante guiar a los padres a que hablen sinceramente con sus hijos sobre la situación.
“Si por el contrario, debido a su propia angustia, los papás no pueden explicar el proceso de hospitalización a su hijo, o bien, el médico tampoco lo hace por falta de tiempo, entonces su periodo de recuperación puede ser más largo de lo esperado”, mencionan las especialistas.
Y añaden: “Nuestro objetivo es disminuir la angustia y la ansiedad a través del juego terapéutico. Trabajamos con los niños, padres, hermanos con la finalidad de restablecer el equilibrio emocional y facilitar el manejo del proceso de hospitalización”.
Los tratamientos que se ofrecen van en relación a las necesidades específicas de cada paciente y familia, por ejemplo:
- Disminución de la angustia hospitalaria.
- Técnicas de relajación.
- Acompañamiento terapéutico durante un proceso de enfermedad.
- Preparación psicológica para una intervención quirúrgica.
- Intervención en crisis.
- Terapia de juego hospitalaria.
- Apoyo en el manejo de duelo.
- Asesoría en manejo del paciente crónico.
- Servicios de pedagogía hospitalaria y terapia ocupacional
- Asesoría en el vínculo padre-madre-bebé.
“Hablando de un enfoque de atención integral a la salud, deben contemplarse necesariamente los tres aspectos: biológico, psicológico y social. Asimismo es importante tener una red de apoyo para el paciente y sus familiares, evitando así que la experiencia sea vivida como una tragedia y verla quizá como una oportunidad de fortalecimiento, tanto a nivel personal como familiar”, finalizan las especialistas.