La bronquiolitis es una infección viral de las vías respiratorias bajas, a nivel de los bronquios, que afecta a los bebés y niños pequeños. Una de las características principales es que causa dificultad al respirar.
La bronquiolitis suele manifestarse en epidemias afectando a niños menores de 18 meses de edad y con mayor frecuencia se presenta en bebés menores de 6 meses, siendo más susceptibles los prematuros que padecen alguna enfermedad del corazón o tienen alguna inmunodeficiencia.
La incidencia durante el primer año de vida, es de 11 de cada 100 niños y generalmente se presenta durante los meses de noviembre a abril.
Causas de la bronquiolitis
La bronquiolitis puede ser provocada principalmente por el virus sincitial respiratorio, el cual suele infectar las vías respiratorias superiores, pero en algunos casos, puede descender hacia los bronquiolos, causando inflamación. Otras causas comunes, son:
- Adenovirus: Este virus puede causar infecciones respiratorias superiores e inferiores, incluida la bronquiolitis en algunos casos.
- Rinovirus: Este virus es conocido por causar resfriados comunes, pero en algunos casos puede provocar bronquiolitis, especialmente en niños pequeños.
- Metapneumovirus: Este virus es una causa relativamente reciente identificada de infecciones respiratorias y puede afectar los bronquiolos.
- Influenza (virus de la gripe): Algunos casos de bronquiolitis pueden estar asociados con el virus de la gripe, especialmente en niños.
- Otros virus: Otros virus respiratorios, como los coronavirus y el virus parainfluenza, también pueden desencadenar bronquiolitis en algunos casos.
Modo de trasmisión
El contagio de la bronquiolitis se lleva a cabo por contacto directo con el virus, el cual se encuentra en las microgotas que expulsa una persona enferma al estornudar o toser.
Además este virus puede sobrevivir en superficies durante un tiempo, y si alguien tiene contacto con una superficie contaminada y luego se toca la cara, especialmente la boca, la nariz o los ojos, puede contraer la infección.
Una persona con bronquiolitis puede diseminar el virus durante 3 a 8 días, debido a que el periodo de incubación varía de 2 a 8 días. Esta enfermedad es muy contagiosa y se vuelve epidémica con frecuencia.
Síntomas
La bronquiolitis suele comenzar con síntomas similares a los de un resfriado, como congestión nasal, fiebre, tos y estornudos. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, los síntomas respiratorios pueden empeorar, y el niño puede experimentar dificultad para respirar, sibilancias (sonidos agudos al respirar), y en casos más graves, puede presentarse una disminución en la saturación de oxígeno.
En la mayoría de los casos, la bronquiolitis es una enfermedad autolimitada y los síntomas tienden a mejorar con el tiempo. Sin embargo, en casos más severos, especialmente en bebés pequeños, puede requerir hospitalización para recibir tratamiento de apoyo, como oxígeno y líquidos intravenosos.
Tratamiento
Debido a que el origen de esta enfermedad es viral, el tratamiento estará dirigido a aminorar los síntomas mientras el sistema inmunológico del cuerpo combate la infección. Aquí hay algunas medidas comunes utilizadas en el tratamiento de la bronquiolitis:
- Hidratación: Es fundamental mantener al paciente bien hidratado, especialmente si hay dificultad para alimentarse debido a la congestión nasal o a la fatiga asociada con la enfermedad. Esto se puede lograr con la lactancia materna o con la administración de líquidos adecuados.
- Aspiración nasal: La aspiración nasal suave con un aspirador nasal de pera o una perilla de succión puede ayudar a aliviar la congestión nasal y mejorar la respiración.
- Ambiente húmedo: Usar un humidificador en el dormitorio puede ayudar a aliviar la congestión y facilitar la respiración.
- Elevación de la cabeza durante el sueño: Elevar la cabeza del bebé durante el sueño puede ayudar a reducir la congestión y mejorar la respiración.
- Observación médica: En casos leves, la bronquiolitis se puede manejar en casa con cuidados parentales. Sin embargo, en casos más graves, especialmente si el niño tiene dificultad para respirar, puede ser necesario buscar atención médica y, en algunos casos, hospitalización.
- Oxígeno: En casos más severos, donde la saturación de oxígeno es baja, se puede administrar oxígeno para ayudar a mantener niveles adecuados en la sangre.
Es importante destacar que los medicamentos antivirales y los antibióticos generalmente no son efectivos en el tratamiento de la bronquiolitis, ya que esta es causada principalmente por virus y no por bacterias.
El diagnóstico de la bronquiolitis está basado en la presentación de los síntomas y los hallazgos en el examen físico. En la mayoría de los casos, las pruebas específicas no son necesarias.
Medidas de prevención
La prevención de la bronquiolitis implica medidas como la higiene adecuada de las manos, evitar el contacto cercano con personas enfermas, y en algunos casos, administrar la vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VSR) en bebés con factores de riesgo.
Es importante consultar con un especialista para obtener información específica sobre la prevención y tratamiento de la bronquiolitis en situaciones individuales.
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