Es importante para detectar alguna anomalía en las mamas.
En su fase inicial el cáncer de mama es una enfermedad asintomática, por lo que es difícil de diagnosticarla; no obstante, mediante la autoexploración las mujeres pueden detectar diversas anomalías que los tumores generan en la zona de las mamas, por ejemplo:
Las mujeres a partir de los 20 años deben realizar la exploración una semana después de la menstruación. Mientras que las mujeres en menopausia deben fijar un día al mes para efectuarla.
Frente a un espejo y con los brazos caídos a lo largo del cuerpo se debe comprobar con la mirada la existencia de alguna irregularidad en el tamaño o aspecto de las mamas. Esta revisión se debe repetir colocando los brazos en las caderas.
Para que la exploración sea completa es aconsejable realizar movimientos que abarquen toda la superficie de la mama:
Asimismo hay que presionar ligeramente el pezón entre los dedos índice y pulgar, levantarlo junto a la areola para comprobar si existe movilidad. Hay que cerciorarse de que no se presente dolor, hundimiento, secreciones o desprendimiento.
También se debe palpar la zona de la axila, pues ahí pueden aparecer bultos o se pueden inflamar los ganglios (hay que buscar bultos u hoyuelos). Se debe repetir todo el proceso con el otro pecho, levantando el brazo contrario.
Al finalizar hay que realizar la exploración acostada palpando ambos pechos; se debe colocar un brazo por detrás de la nuca para explorar el pecho de ese mismo lado. Es conveniente colocar una almohada debajo del hombro elevado para facilitar el reconocimiento.