A pesar de que el principal grupo de riesgo del cáncer de mamá son las mujeres de entre 45 a 60 años, cada vez afecta más a las jóvenes. En estos casos, la autoexploración es el mejor método para su detección.
En su fase inicial el cáncer de mama es una enfermedad asintomática, por lo que es difícil de diagnosticarla; no obstante, mediante la autoexploración las mujeres pueden detectar diversas anomalías que los tumores generan en la zona de las mamas, por ejemplo:
- Aparición de nódulos en la zona de la axila
- Cambios o hundimientos en el pezón
- Cambios en el tamaño
- Menor movilidad al levantar los brazos
- Cambio del color o textura de la piel
- Irregularidades en el contorno
¿Cuándo y cómo realizarla?
Las mujeres a partir de los 20 años deben realizar la exploración una semana después de la menstruación. Mientras que las mujeres en menopausia deben fijar un día al mes para efectuarla.
Frente a un espejo y con los brazos caídos a lo largo del cuerpo se debe comprobar con la mirada la existencia de alguna irregularidad en el tamaño o aspecto de las mamas. Esta revisión se debe repetir colocando los brazos en las caderas.
- Exploración visual: Colocar los brazos en alto con las manos detrás de la nuca y comprobar que ambas mamas se eleven por igual.
- Exploración táctil: Se debe levantar el brazo derecho a la altura de la nuca y con la mano izquierda palpar el pecho derecho.
Para que la exploración sea completa es aconsejable realizar movimientos que abarquen toda la superficie de la mama:
- En espiral desde el exterior hasta el pezón.
- En círculos concéntricos, empezando desde el exterior y llegando hasta el pezón.
- En vertical, trazando líneas verticales desde el exterior hacia el interior del pecho.
- En estrella, dividiendo el pecho en ocho partes y trazando líneas desde afuera hacia el pezón.
Asimismo hay que presionar ligeramente el pezón entre los dedos índice y pulgar, levantarlo junto a la areola para comprobar si existe movilidad. Hay que cerciorarse de que no se presente dolor, hundimiento, secreciones o desprendimiento.
También se debe palpar la zona de la axila, pues ahí pueden aparecer bultos o se pueden inflamar los ganglios (hay que buscar bultos u hoyuelos). Se debe repetir todo el proceso con el otro pecho, levantando el brazo contrario.
Al finalizar hay que realizar la exploración acostada palpando ambos pechos; se debe colocar un brazo por detrás de la nuca para explorar el pecho de ese mismo lado. Es conveniente colocar una almohada debajo del hombro elevado para facilitar el reconocimiento.