Las várices se caracterizan por la dilatación y la torsión de las venas, especialmente en las piernas, lo que resulta en venas visiblemente abultadas y a menudo dolorosas.
La aparición de las várices se debe a diversas causas que obstaculizan el retorno de la sangre hacia el corazón, lo cual provoca el estancamiento de la misma en las venas, lo que provoca que se aflojen y estiren. Este padecimiento también puede ser de origen hereditario, es decir, que se transmite de padres a hijos, o pueden influir otros factores, como:
- Obesidad
- Sedentarismo
- Embarazo
- Estreñimiento
- Tratamiento con hormonas
Las várices regularmente se presentan durante la edad adulta; sin embargo, las mujeres después de los 15 años y durante la etapa del embarazo son más propensas a manifestarlas. En los hombres la aparición de las varices puede iniciar a partir de los 40 años.
¿Por qué las mujeres son más propensas a desarrollarlas?
El nivel de estrógenos y progesterona que tiene la mujer cuando empieza a menstruar, favorece la aparición o desarrollo de las várices. Por este mismo motivo, cuando una mujer se somete a un tratamiento hormonal, también incrementa su predisposición.
Signos y síntomas
Los síntomas principales que puede presentar una persona con varices son:
- Aumento de tamaño de las venas
- Venas azuladas
- Dolor en las piernas
- Sensación de pesadez
- Cansancio
- Hinchazón
- Calambres nocturnos en las piernas
Tipos de várices
- Várices grado I (varículas): Este tipo de varices son pequeñas y casi invisibles, por lo que solo suelen ser un problema estético. En ocasiones pueden producir una sensación de pesadez o cansancio en las piernas.
- Várices grado II: El tamaño de las venas va aumentando progresivamente y pueden surgir los primeros síntomas como pesadez, dolor, calambres, hormigueos, sensación de calor o picazón.
- Várices grado III: Las venas ya están muy dilatadas y causan dolor. Asimismo, pueden cambiar el tono de la piel.
- Várices grado IV: Son las más graves para el aparato circulatorio. Además, pueden provocar úlceras.
Tratamiento
El tratamiento para las varices es muy variado. Lo más recomendable es acudir con un especialista para tratarlas, ya que los medicamentos que anuncian por televisión solo sirven como calmantes de la inflamación y dolor, sin embargo no curan.
Los casos más graves deben ser tratados por medio de cirugía. Esta consiste en la extracción de las várices, dejando las venas sanas para que circule bien la sangre. Después de la cirugía, es imprescindible que el paciente realice medidas higiénico-dietéticas, como: observar diariamente sus piernas y sus pies, aseo diario, utilizar medias elásticas, realizar ejercicio (como caminar), mantener el peso ideal, evitar estar sentado o de pie por periodos prolongados.
Complicaciones
Las varices al igual que algunas otras enfermedades, son progresivas y de no tratarse a tiempo puede haber complicaciones, como la aparición de las venas tortuosas dilatadas y racimosas, que con cualquier infección en el organismo, la sangre estancada sirve de medio de cultivo para que las bacterias se desarrollen y formen una flebitis o inflamación de las venas varicosas.
La flebitis va a condicionar a que se coagule la sangre y produzca lo que se llama trombo, obteniendo como diagnóstico una tromboflebitis. La tromboflebitis es un problema agudo que requiere hospitalizar al paciente para después someterlo a una cirugía, ya que si esta enfermedad progresa, puede desencadenar un síndrome postflebítico que se caracteriza por algunos cambios en la piel como:
- Coloración
- Textura
- Resequedad
- Se agrieta
- Rígida
- Delicada
- Fragilidad
Prevención
Aunque en algunos casos la predisposición a padecer varices es hereditaria, existen una serie de medidas para evitarlas:
- No permanecer de pie durante muchas horas o, por el contrario, no pasar demasiadas horas sentados.
- Se debe evitar la ropa demasiada ajustada que impida una correcta circulación de la sangre.
- El exceso de peso no es aconsejable en ningún caso, ya que esto afecta la circulación.
- Procurar dormir con las piernas ligeramente elevadas, para ello se puede colocar una almohada en los pies.
- No utilizar tacones muy altos.
- Realizar ejercicio.
Las varices son una afección común que puede causar molestias físicas y afectar la calidad de vida. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible controlar los síntomas y prevenir complicaciones graves.