La esquizofrenia en niños, aunque poco común, es una de las enfermedades mentales más serias que existen y que ocasionan una gran perturbación en la familia.
La esquizofrenia en niños suele iniciarse entre los 7 años y el principio de la adolescencia, antes de este periodo es muy difícil diferenciarla con el autismo por sus rasgos en común.
Se trata de un trastorno que engloba un comportamiento, sentimientos y pensamientos anormales. La causa por la que se padece aún se desconoce, por lo que continúan las especulaciones sobre cuáles son las anomalías químicas cerebrales comprometidas y el papel que tiene el factor hereditario.
Tampoco se sabe por qué algunos pequeños desarrollan esquizofrenia en la infancia, pues la mayoría no presenta síntomas hasta muy avanzada la adolescencia; lo que sí se sabe es que no es causada por una deficiente atención por parte de los padres. El diagnóstico y tratamiento médico a tiempo es importante.
Síntomas
El comportamiento de los niños que padecen esquizofrenia puede cambiar con el paso del tiempo. Por ejemplo, los pequeños que gustan relacionarse con otros pueden comenzar a ser tímidos y retraídos (introvertidos), pierden interés por sus actividades cotidianas y, en ocasiones, comienzan a hablar de miedos e ideas extrañas. Los maestros pueden ser los primeros en darse cuenta de los cambios de actitud del menor.
Los niños con esquizofrenia también son propensos, como ocurre con los adultos, a padecer algunos síntomas, o señales de alerta para los padres, como:
- Ver cosas y oír voces que no sean reales (alucinaciones)
- Comportamiento o lenguaje extraño o excéntrico
- Ideas y pensamientos pocos usuales y raros
- Confusión en la forma de pensar
- Humor cambiante en extremo
- Ideas de persecución o de que están hablando de él
- Ansiedad y temor severo
- Confusión de la fantasía con la realidad
- Disminución en la higiene personal
El médico basa su diagnóstico en los síntomas que presenta el paciente y en una minuciosa observación de su comportamiento y pensamiento, pues no existen pruebas específicas para identificarla de inmediato.
Tratamiento
En la actualidad no existe un tratamiento curativo para la esquizofrenia, pero algunos de sus síntomas pueden ser controlados positivamente mediante una combinación de medicamentos (administrados por especialistas) con terapias individuales y familiares, así como programas especializados en las escuelas.
La esquizofrenia infantil es una enfermedad que requiere atención constante. El niño que la padece puede necesitar hospitalización temporal cuando los síntomas lo ameriten, para que las dosis de los medicamentos puedan ser reguladas adecuadamente y también evitar que se dañe a sí mismo o a los demás.
Es importante consultar a su médico para que lo oriente sobre las posibilidades de modificar o estabilizar el curso negativo de la esquizofrenia infantil. Esto se puede lograr mediante una participación activa y coordinada por parte del paciente, familia y el equipo médico responsable. Después de todo, estos pequeños poseen una mente brillante.